Agustín Goikoetxea @goikodeustu
BILBO

Exigen la libertad inmediata de Iparragirre porque la «venganza» no puede sustituir a la legalidad

La situación crítica de Ibon Iparragirre ha sido hoy de nuevo expuesta por su familia, que ha denunciado que años de desasistencia médica han abocado al preso de Ondarroa a que su vida penda de un hilo. Su hermano Gotzon ha desvelado que su madre mantuvo ayer una conversación con el médico de Alcalá-Meco en la que este reconoció que si fuera otra persona ya estaría en libertad pero trató de eludir cualquier tipo de responsabilidad en lo que puede suceder.

Comparecencia de Sare, Etxerat, Iparra Galdu Baik, familiares, médicos y abogados de Ibon Iparragirre. (@goikodeustu)
Comparecencia de Sare, Etxerat, Iparra Galdu Baik, familiares, médicos y abogados de Ibon Iparragirre. (@goikodeustu)

Sare, Etxerat y la plataforma Iparra Galdu Baik, entre otros, han exigido hoy en una comparecencia ofrecida en Bilbo la «inmediata» excarcelación del preso Ibon Iparragirre, al entender que cumple con las condiciones para que se le aplique el artículo 104.4, o en su caso el 91.3, del reglamento penitenciario. Antes, su hermano Gotzon ha detallado la grave situación médica del prisionero, incidiendo en la que la desasistencia y la política de venganza hacia él le ha abocado a una situación extrema, en la que no le quedan casi defensas.

Gotzon Iparragirre ha destacado que los dos últimos informes de los forenses han corroborado lo que la familia y los médicos de su confianza llevan tres años y medio alertando, de que siendo portador de VIH y estando en fase C3, la última de la escala, su hermano debe estar en casa. Asimismo, ha incidido en que el cuadro puede haber aún empeorado, desconociéndose el estado real de sus defensas.

Iparragirre ha añadido que hay aspectos del estado de salud de su hermano que desconocen, como la carga viral, aunque sabiendo que las defensas CD4 han caído hasta 20, la situación es extrama. En seis ocasiones han solicitado la excarcelación del preso, siendo todas denegadas. Gotzon Iparragirre ha señalado al juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, como el responsable de que su hermano siga en la prisión de Alcalá-Meco.

Iparragirre ha desvelado que ayer su madre, Angelita Burgoa, mantuvo una conversación telefónica con el subdirector médico de la cárcel madrileña en la que le llegó a decir que era la primera noticia que tenía sobre las dos visitas de forenses de la Audiencia Nacional para evaluar el estado del prisionero. Lo puso como ejemplo de la «descoordinación» entre las distintas instancias implicadas en la situación que sufren y su falta de voluntad para afrontar sus responsabilidades. «Ese marrón yo no me lo voy a comer», llegó a comentar el facultativo de Alcalá-Meco a Burgoa.

Llamamiento a la movilización

Gotzon Iparragirre ha asegurado que todo es más fácil, se trata de que el juez, a la vista de los informes que obran en su poder, proceda a firmar la orden de excarcelación para evitar un «trágico desenlace», que no son capaces de augurar cuándo se puede producir si no se actúa. Mientras esperan una respuesta, ha animado a la movilización, la primera esta tarde a las 19.00 ante sedes judiciales en Hego Euskal Herria, convocada por la iniciativa Kalera Kalera, anunciando se preparan una movilización para el domingo 22, a las 13.00, Ondarroa.

Inaxio Oiarzabal, de Sare, ha dicho que «no podemos permitir que el odio y la venganza mantengan a Ibon Iparragirre en prisión». «No podemos permitir que el odio y la venganza –ha insistido– sustituyan a la legalidad y la democracia, y el caso de Ibon Iparragirre es un claro exponente de esta realidad».

El representante de la red ciudadana ha manifestado que el preso ondarrutarra lo está «por pertenecer a una organización que hoy ya es una organización desarmada, por lo que no cabe posibilidad de reincidencia». En base a la legalidad española y a los informes médicos, según ha comentado, a Iparragirre se le debe aplicar «el tercer grado por razones humanitarias y de respeto a la dignidad hacia su persona». «La ley española lo dice claro: Ibon tiene derecho a recibir tratamiento en condiciones dignas y ese tratamiento lo debe recibir fuera de la cárcel», ha subrayado.