En un comunicado, el Departamento de Seguridad ha explicado que la víctima fue secuestrada el pasado 9 de diciembre cuando salía de su domicilio, ubicado en el barrio de Beraun, en Errenteria.

Tras golpearle fuertemente y a punta de pistola, el hombre fue introducido en un vehículo con el que se alejaron del lugar tomando rumbo hacia la costa mediterránea, como se supo después fruto de las investigaciones realizadas por la Ertzaintza.

En la madrugada del día siguiente, un hermano de la víctima acudió a la comisaría de la Ertzaintza de Errenteria para presentar denuncia por lo sucedido. El denunciante declaró que los secuestradores habían contactado por teléfono con un segundo hermano, residente en Málaga, exigiendo para su liberación un rescate de medio millón de euros bajo amenaza de muerte.

El caso fue encomendado, de acuerdo a Seguridad, al Área de Delitos Contra las Personas de la División de Investigación Criminal de la Policía autonómica. Al sospechar que los secuestradores habían salido de la CAV, los investigadores informaron a su vez a la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, estableciéndose en ese momento un equipo conjunto de investigación que logró ubicar a víctima y secuestradores en la ciudad de Alacant.

Durante el cautiverio, la organización mantuvo numerosos contactos telefónicos con el hermano de la víctima para establecer las condiciones de la liberación.

Sin embargo, la citada fuente añade que las negociaciones fracasaron y que, por tanto, los secuestradores decidieron huir al Estado francés «con el propósito de acabar con la vida de la víctima».

Con el objetivo de frustrar la huida, se estableció un dispositivo policial compuesto por agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) y de la Unidad Especial de Intervención (UEI) de la Guardia Civil, coordinado minuto a minuto por la Ertzaintza, que permitió localizar y controlar los movimientos de los secuestradores, que habían iniciado viaje con el rehén por la Autopista del Mediterráneo con destino final al Estado francés.

Los secuestradores viajaban en dos turismos con matrícula francesa: uno utilizado como lanzadera para detectar e informar de una eventual presencia policial y, otro en el que viajaba custodiada la persona secuestrada.

Los agentes liberaron al rehén y detuvieron a dos de los secuestradores la tarde del día 11 de diciembre en una estación de servicio de L'Arboç del Penedés (Tarragona). El vehículo lanzadera fue interceptado una hora después a tres kilómetros de La Jonquera (Girona) y sus dos ocupantes fueron arrestados. En ese vehículo se intervino una pistola eléctrica o taser, camuflada bajo la apariencia de un teléfono móvil, además de diverso material relacionado con los hechos.

La Ertzaintza ha apuntado también que los autores se deshicieron de un arma de fuego en algún momento del viaje.

La víctima, que fue trasladada al centro de salud más próximo, presentaba evidentes lesiones producidas por los golpes recibidos en el momento de su secuestro, y se encontraba aturdida debido a la vivencia sufrida.

A prisión

Los detenidos, con edades comprendidas entre los 27 y 40 años de edad, fueron puestos a disposición de los Juzgados de Guardia de los lugares en los que se produjeron las detenciones, tras lo cual se decretó el ingreso en prisión de todos ellos. Todas las actuaciones policiales han sido dirigidas por el Juzgado de Instrucción Número 4 de Donostia en colaboración con el fiscal adscrito a ese mismo juzgado.

Tres días después de la liberación, la víctima pudo reencontrarse con su familia. Un quinto detenido en Alicante.

Como resultado de la investigación, se detuvo el pasado lunes en la ciudad de Alacant a la persona que, según el Departamento de Seguridad, escondió en su vivienda a la víctima y sus cuatro secuestradores. Se trata de un hombre de 47 años de edad, quien igualmente ha ingresado en prisión.

Ertzaintza y Guardia Civil continúan con la investigación conjunta y no se descartan nuevas detenciones.

Secuestro anterior

La víctima ya fue secuestrada por la misma organización en febrero de 2012 y, al igual que ahora, también reclamó a su familia una fuerte suma de dinero. En aquella operación también intervino la Ertzaintza en colaboración con la Gendarmeria francesa.

En aquella ocasión, el secuestro comenzó también en Errenteria. El caso se resolvió cuatro días después con la liberación del rehén en Tolouse gracias a la colaboración con la Gendarmería francesa, que detuvo a tres implicados –dos de los cuales figuran entre los cuatro detenidos el pasado diciembre–.

Además, en aquella ocasión se intervinieron dos fusiles de asalto, una pistola y un revólver.