Dos autobuses fletados por voluntarios han partido este domingo a la mañana hacia el pantano de Urrunaga, en Legutio, para continuar con la búsqueda de Jon Barcena, joven de Berriz que desapareció el pasado 30 de diciembre cuando ascendía con amigos el monte Gorbea.

Los voluntarios se han dividido en tres grupos para rastrear la zona y no han tardado en encontrar el cuerpo sin vida del joven, según ha informado a NAIZ un voluntario que participaba en la búsqueda.

El cadáver se encontraba a unos 150 metros de la chabola en donde se encontraron prendas del joven a principios de mes, en una zona de pinos. Barcena vestía, según la fuente mencionada, la misma ropa de cuando desapareció.

Nada más hallar el cuerpo sin vida del joven los voluntarios han llamado a la Ertzaintza, que se ha presentado de inmediato en el lugar. Estos han procedido a ponerse en contacto con la autoridad judicial para continuar con el levantamiento del cuerpo.

Aunque la investigación estaba en manos de la Ertzaintza, finalmente han sido voluntarios quienes han encontrado el cadáver de Barcena.

La zona ya había sido rastreada

En declaraciones a los medios antes de asistir a la gala de los premios Sabino Arana, la consejera de Seguridad del Gobierno de Lakua ha afirmado que no hay «datos concluyentes» que permitan determinar si el cuerpo presenta signos de violencia.

Sobre la zona donde se ha encontrado el cadáver, ha indicado que ya se había rastreado con anterioridad y ha instado a esperar a los resultados de las investigaciones para aclarar las circunstancias que rodean este caso.

Por su parte, la Ertzaintza ha informado, mediante una nota de prensa, que el cadáver no presenta signos de violencia «según los primeros indicios», a falta de conformar por la correspondiente autopsia. La Policía autonómica mantiene abierta la investigación y permanece a la espera de los análisis forenses definitivos para esclarecer el conjunto de circunstancias ligadas al caso.

Gorka Cámara, uno de los voluntarios en la búsqueda del joven, ha afirmado en declaraciones a EiTB que el cuerpo estaba en una zona a la que no era fácil acceder: «Había muchas zarzas».