@zalduariz
DONOSTIA

El abogado de Anna Gabriel en Suiza, la pesadilla del fiscal Sánchez Melgar

Las vidas del actual Fiscal General del Estado, Julián Sánchez Melgar, y del abogado de Anna Gabriel en Suiza, Olivier Peter, se han cruzado en más de una ocasión. Siempre a cuenta del conflicto vasco y siempre con serios reveses para el Estado español. Los casos de Portu y Sarasola, así como el de la «doctrina Parot», implican a ambas figuras.

El Fiscal General del Estado, Julián Sánchez Melgar, en la toma de posesión. (MONCLOA POOL)
El Fiscal General del Estado, Julián Sánchez Melgar, en la toma de posesión. (MONCLOA POOL)

Mañana miércoles, tras la anunciada ausencia de Anna Gabriel a su cita con el Tribunal Supremo, la Fiscalía podrá pedir al juez que pida a Suiza la extradición de la exdiputada de la CUP. Una decisión que, en último término, recae sobre el Fiscal General del Estado, Julián Sánchez Melgar. Si ocurre, será su tercer pulso con el abogado de Gabriel, Olivier Peter, que le ha ganado las dos anteriores batallas.

Se trata de dos pulsos librados ante el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo (TEDH) en los que los jueces europeos han dado la razón a los demandantes vascos frente al Estado español. Dos casos, el de la «doctrina Parot» y el de las torturas a Igor Portu y Mattin Sarasola, que sirven también para ilustrar el perfil del jefe de la Fiscalía española.

Primer round: las torturas a Portu y Sarasola

El caso más reciente es el de Portu y Sarasola, por el cual el TEDH emitió una histórica sentencia la semana pasada, condenando por primera vez al Estado español por malos tratos a torturados. Una sentencia que contó además con los votos particulares de tres magistrados que reclamaron ir un paso más allá y calificar sin complejos de torturas los maltratos recibidos por ambos detenidos. Uno de los abogados de Portu y Sarasola ante el Tribunal fue, precisamente, Peter.

La relación de Sánchez Melgar con el caso de Portu y Sarasola es directa, ya que el ahora Fiscal General formaba parte del tribunal que absolvió en el Supremo a los cuatro guardias civiles condenados en primera instancia por la Audiencia de Gipuzkoa. La sentencia del TEDH fue, de hecho, muy crítica por el proceso judicial seguido en el Supremo.

Segundo round: «doctrina Parot»

Antes del caso de Portu y Sarasola, las vidas de Sánchez Melgar y Peter se habían cruzado en el mismo escenario a cuenta de la llamada «doctrina Parot», ya que el ahora fiscal fue el arquitecto de esta interpretación judicial que permitió al Estado español alargar las condenas a decenas de presos vascos. De nuevo, fue el Tribunal de Estrasburgo el que paró los pies a una decisión judicial española abanderada por Sánchez Melgar.

En 2012, el tribunal europeo dio la razón a la presa Inés del Río y decretó su puesta en libertad. El Estado español recurrió y el 21 de octubre de 2013, la Gran Sala del TEDH, formada por 17 magistrados, volvió a reiterar la ilegalidad de la «doctrina Parot», abriendo las puertas de la cárcel a decenas de presos a quienes se había alargado la condena mediante la doctrina instaurada por Sánchez Melgar. Uno de los abogados que llevó el caso en Estrasburgo fue, por supuesto, Peter.