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Las personas en riesgo de pobreza en Nafarroa se reducen un 22,6 por ciento en dos años

Las personas que vivían en Nafarroa en los umbrales de riesgo de pobreza, con unos ingresos anuales máximos de 10.279 euros, se han reducido en un 22,6 por ciento en dos años, según se desprende de la Encuesta de Necesidades y de Inclusión Social (ENIS) realizada por el Gobierno navarro.

El 85 % de las personas en paro y a las que se no se ha hecho una oferta laboral en el último año estarían dispuestas a incorporarse a un empleo en 15 días. (GOBIERNO DE NAFARROA)
El 85 % de las personas en paro y a las que se no se ha hecho una oferta laboral en el último año estarían dispuestas a incorporarse a un empleo en 15 días. (GOBIERNO DE NAFARROA)

El estudio, presentado por la directora de Inclusión Social y el director del Observatorio de la Realidad Social, cuantificó en 2014 en 165.083 las personas (40.000 menores de 18 años) que repartidas en 58.340 hogares vivían en riesgo de pobreza, el 24 % de la población navarra, y el estudio de campo se realizó a finales de 2016 con 768 encuestados.

Los resultados reflejan que las personas con bajos ingresos sufren «una acumulación de necesidades y vulnerabilidades que hacen necesarios el Plan Estratégico de Inclusión y de Familia e infancia para poder dar respuesta» a las mismas, ha afirmado Antidio Martínez.

Y ha añadido que los resultados de la encuesta entran dentro de las hipótesis con las que se trabajaba, en el sentido de que a menores rentas más bajo nivel de estudios o mayores problemas de vivienda, por ejemplo, pero arrojan otros menos esperados sobre asuntos como los modelos de dedicación a los hijos.

En este sentido ha precisado que mientras la tasa de implicación de la madres es altísima, hay un 12 por ciento de padres con dedicación «escasa o nula» a los hijos, un 7 por ciento de menores entre 3 y 7 años se queda habitualmente solo en casa.

Otros datos que ofrece la encuesta, son que la tasa de paro entre estas personas es del 25 % según la EPA, el 29 % en mujeres y el 20 % en hombres, frente al 10 % del conjunto de la ciudadanía, y el 61 % de los desempleados lleva en esta situación un año o más, cuando entre la población general el índice es del 35 %.

Además el estudio refleja que el 85 % de las personas en paro y a las que se no se ha hecho una oferta laboral en el último año estarían dispuestas a incorporarse a un empleo en 15 días.
Del 31 por ciento de desempleados que dice haber recibido una oferta de trabajo en el último año la tasa de inserción laboral se sitúa en el 57 %.

La precariedad sin embargo es significativa, ya que el 38,6 % trabaja a jornada parcial y el 50,6 % con contrato temporal, lo que conlleva unos bajos ingresos que al 58,4 % le impide irse de vacaciones una sola semana al año, el 49,8 % no puede afrontar un gasto imprevisto, el 16,9 % tiene muchas dificultades para llegar a fin de mes y en 15,2 % no puede tener en invierno una temperatura adecuada en su vivienda.

También la salud y la vivienda se resienten por los bajos ingresos y así la encuesta muestra que el 9,2 % de estos ciudadanos consideran que su salud es mala o muy mala y el 5,7 % han acumulado retrasos en los pagos del domicilio.

Además, cuando en Nafarroa la media del alquiler es del 13 %, entre las personas perceptoras de renta garantiza el arrendamiento se eleva hasta el 58,2 %. Y si se atiende al equipamiento de la vivienda el 36,4 % no tiene ordenador y el 40 % carece de internet, elementos importantes par ala búsqueda de empleo, ha puntualizado Martínez.

Por último, el sondeo indica también que el 16 % de estas personas considera que sus relaciones sociales han empeorado con la crisis, un 52 % dice estar en peor situación laboral que su padre y un 18 % peor que su madre, y en torno a la mitad tiene un nivel de estudios similar al de sus progenitores.

La encuesta muestra que el 52 % de las personas en riesgo de pobreza en Nafarroa son mujeres, un 25 % menores de edad, el 20 % extranjeros y el 7,2 % con limitaciones para la vida cotidiana.

Atendiendo a los hogares, el 43 % tienen a todos sus miembros en paro, en un 16 % vive alguna persona mayor de 80 años, colectivo que en el 24 % de los casos vive solo, y un 10 % son hogares monoparentales, el 90% de ellos de mujeres.