Los socios compromisarios de Osasuna decidieron el pasado sábado, reunidos en asamblea extraordinaria, no autorizar a la junta directiva del club la recompra al Gobierno de Nafarroa de El Sadar, que junto a las instalaciones deportivas de Taxoare formó parte de la dación en pago de 2015 para saldar la deuda tributaria.

Aranburu, que dos días antes de esta asamblea señaló que la oferta de Osasuna era «razonable», ha insistido que era una operación «interesante» al tratarse de una venta por el importe fijado en la tasación de la dación en pago, de 24 millones de euros.

Ha precisado no obstante que «era un tema que no se había formalizado como Gobierno» y faltaba «fijar los detalles» cuando ha llegado la negativa de los socios rojillos a la recompra.

«Ha quedado quieto, parado. De momento no tenemos esa opción», ha dicho Aranburu, quien ha añadido que «la idea de que el estadio vuelva al club es razonable».

Sobre la verosimilitud del interés de una empresa, horas antes de la asamblea de Osasuna, de comprar El Sadar y Taxoare, por una oferta mayor que la del club rojillo, Aranburu ha señalado que se hizo «una consulta vía registro sobre la posibilidad de adquirir el estadio».

Sin embargo, ha subrayado que no puede decir «si es una cosa firme, seria» o si «simplemente era una estrategia de cara a la asamblea». «No tengo nada sólido para poder opinar», ha dicho.

Aranburu ha recordado que Osasuna dispone todavía de una cesión gratuita del estadio durante los próximos 27 años.