El encuentro ha supuesto el primer regreso de Pedro Martínez a la Fonteta tras conducir al Valencia a su primer título de la liga la pasada y el técnico catalán ha recibido una enorme ovación.
El mejor físico de Baskonia ha marcado el arranque y ha dado la iniciativa al conjunto alavés pero los locales han logrado enchufarse con tres triples de Rafa Martínez, San Emeterio y Dublejevic llevando antes el balón al corazón de la pintura para atraer a la defensa. Los visitantes Granger y Voigtmann se han animado a lanzar desde esa posición y todo ha quedado igualado.
Los recursos de San Emeterio han dado un pequeño impulso al conjunto valenciano y como la rotación ha dejado sin ideas claras a ambos equipos a Valencia le ha bastado con exprimir haber hecho entrar a Baskonia en bonus para mantener el mando (20-16, m. 10).
A Marcelinho Huertas y a Toko Shengelia les ha costado unos minutos hacerse con el mando del choque pero lo han logrado y han dado empaque al juego baskonista con acciones individuales. Con un par de triples y una notable actividad defensiva de Doornekamp, el Valencia ha logrado sobrevivir a sus muchos minutos sin capacidad de crear.
Su sequía ha acabado con el regreso de Dubljevic a la cancha. Poder nutrirle de balones ha multiplicado las opciones de los locales y tanto el montenegrino como Sastre han sabido aprovecharlo (36-31, m.20).
En la reanudación, Abalde y Huertas han puesto a funcionar desde el inicio a sus equipos y el choque se ha convertido en un trepidante intercambio de acciones bien construidas que el brasileño con la ayuda de Voigtmann ha logrado inclinar poco a poco del lado visitante al añadir a sus propias canastas varias meritorias asistencias (48-48, m.26).
Su descanso ha permitido a los locales recuperar la iniciativa y lo ha hecho impulsado por una vibrante defensa y por la sociedad que forman Vives y Pleiss, que han puesto a prueba las costuras de la defensa visitante (64-58, m.32).
Martínez ha echado mano de Huertas y el base ha vuelto a igualar el choque en un abrir y cerrar de ojos con sus penetraciones. Se la ha jugado Vidorreta, que había llevado la rotación con una enorme agilidad, al prescindir de todos sus bases y peor no le ha podido salir.
Cuando ha rectificado, Baskonia, con el brasileño a los mandos, ya se había hecho con una ventaja que le había dado tranquilidad y había acabado con las esperanzas de los locales definitivamente. De hecho no han vuelto a anotar.