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Donostia

Xabi Prieto: «Mi sueño no era ser futbolista, era jugar en la Real»

El capitán blanquiazul ha comparecido ante los medios, arropado por sus compañeros, cuerpo técnico y directiva, para explicar los motivos de su decisión de colgar las botas tras quince temporadas en el primer equipo.

«Quizás la comunicación no sea mi fuerte, pero lo importante es dar ejemplo, si dices una cosa y luego haces otra…», ha indicado Xabi Prieto en un momento de su comparecencia.

La primera parte de la frase es más que discutible. Prieto nunca ha sido de hablar mucho, pero sí de dejar mensajes de gran calado cuando se ha puesto delante de un micrófono para abordar temas de relevancia, más allá de las repetitivas comparecencias inherentes a este espectáculo, esas de «el fútbol es así» y «no hay rival pequeño».

Este miércoles, en su acto de despedida, no podía ser menos. El donostiarra ha hecho todo un alegato de lo que supone desarrollar toda una carrera en la Real, sin escuchar cantos de sirena de otras latitudes a pesar de las promesas de mayor gloria y dinero.

En la sala de prensa de Anoeta se han dado cita sus compañeros de equipo, el cuerpo técnico con Imanol Alguacil y Mikel Labaka a la cabeza y miembros de la directiva.

Aperribay: «Eres un ejemplo para todos»

Ha abierto el acto el presidente Jokin Aperribay. «Eres lo que queremos que sea un jugador de la Real. Has sido un ejemplo para todos, y estoy seguro de que en el futuro vas a seguir siendo un ejemplo desde dentro de la Real». Primera pista de que es muy probable que el donostiarra siga ligado al club, aunque posteriormente el propio Prieto se ha encargado de dejar claros algunos puntos.

El donostiarra ha comenzado su intervención asegurando que el de hoy tenía que ser «un día feliz. He disfrutado mucho estos años siendo futbolista y defendiendo la camiseta de la Real. Es el día de dar las gracias».

En este capítulo, ha destacado el papel de Aperribay, quien ha respetado en todo momento sus tiempos y le ha dado «la opción de seguir o dejarlo. Pero este año ya tenía claro que tenía ser el último, que era la hora de decir adiós». También se ha mostrado agradecido a sus compañeros de plantilla, entrenadores y por supuesto a sus allegados.   

«La afición más fiel»

Sin olvidarse de una afición que «seguramente no sea ni la más ruidosa ni la más caliente, pero sí es la más fiel y la que nos ha acompañado siempre».

Prieto ha revelado que cuando renovó el año pasado «ya lo tenía bastante claro. No lo he dicho hasta hace poco por si me arrepentía, pero en casa ya lo sabían. Cuando uno toma esta decisión la valora bien, no la toma en caliente». De hecho, ha subrayado que solo una situación especial, como clasificarse para la próxima Champions, podría haberle hecho cambiar de opinión.  

«En toda mi trayectoria he actuado en función de lo que sentía. Físicamente podía haber seguido jugando, pero sentía que era el momento de dejarlo. Estoy preparado para ello», ha añadido.

Buena parte de su comparecencia ha girado en torno la situación excepcional que supone que un futbolista profesional complete toda su carrera en un mismo equipo, una circunstancia que no depende solamente de sí mismo, sino de que el club cuente con él durante todo ese tiempo, sin cesiones, traspasos o no renovaciones.

«No me cambiaría por ninguno de los que se han marchado»

«Cuando en un sitio te sientes querido, valorado, con tu gente, tu familia, tus amigos, no necesitas nada más. Mi sueño no era ser futbolista, mi sueño era jugar en la Real. He tenido mucho más de lo que he necesitado», ha asegurado. «El mayor castigo que me podían poner mis aitas era prohibirme ir a Atotxa. En ese momento me empezaba a portar bien. Sentía admiración por los jugadores que llevaban esta camiseta», ha añadido

Cuando le han preguntado qué mensaje transmitiría a los jóvenes que siguen sus pasos, ha indicado que «aquí tienen un ejemplo de que jugando en la Real toda su carrera pueden ser felices, no se tienen que ir fuera. Hay que entender las decisiones de cada uno, pero no me cambiaría por ninguno de los que se han marchado».

Cuestionado por su peor y su mejor momento con la camiseta blanquiazul, ha incluido en el primer grupo «el descenso y el no ascenso en Vitoria, que fue muy duro». En el otro lado de la balanza ha situado «el año que entramos en Champions, el juego del año pasado, el día del debut…».  

«No me veo ni como entrenador ni como presidente»

En cuanto al resumen de esta década y media, ha recordado que «cuando yo entré el club estaba bien, en Primera. Luego pasamos tres años delicados en Segunda, pero subir, la Champions y este año volver a jugar en Europa. Me voy satisfecho».

Sobre el futuro, ha indicado que «aún sigo siendo futbolista y espero disfrutar en el campo», ya que quiere superar su actual lesión y despedirse sobre el césped. «Ahora mismo pasa por mi cabeza que a las siete y media tengo ondas de choque para tratar de recuperarme. A partir de ahí no se qué voy a hacer, al margen de tomarme unas vacaciones con mi familia».

Ha dejado entrever que no descarta seguir vinculado a la Real, aunque «no me veo como entrenador ni como presidente» y «tampoco quiero estar en un sitio solo por haber sido jugador durante 15 años. Para cualquier puesto hay que valer, hay que formarse… A día de hoy el club no me hecho ninguna propuesta. Hemos quedado para hablar, pero no es el momento».