Se trata de viviendas «con altas prestaciones energéticas, muy bajo consumo, confortables y saludables», características que se derivan de sus materiales, sus sistemas de construcción y otras circunstancias novedosas, que hacen que una casa unifamiliar tenga un consumo de 300 euros al año en calefacción y refrigeración.

Los organizadores, que esperan una asistencia cercana a las 5.000 personas en los tres días de la feria -del 28 al 30 de junio-, han advertido de la necesidad de comenzar a adaptarse a esta modalidad, ya que la Unión Europea obligará por ley a partir de enero de 2019 a que todos los edificios públicos de nueva construcción sean de consumo casi nulo, y un año más tarde el resto.

Esto supone un «terremoto» en el sector de la construcción, que deben adaptar sus materiales, proyectos y sistemas de construcción a este sistema, cuyo producto final revela un consumo casi nulo de energía y otras características como un interior más saludable y con mayor confort.

Así lo ha señalado en conferencia de prensa el secretario general del Consorcio Passivhaus-ECCN, Luis Antonio Martínez, quien ha explicado que en el Estado español en los próximos dos años contará con más de 5.000 viviendas certificadas, mientras que Nafarroa terminará 2018 con cerca de mil con esta consideración.

La iniciativa de la feria la ha impulsado el consorcio Passivhaus, compuesto por 25 empresas líderes en edificación de ECCN, que pretenden con este evento favorecer tanto el encuentro entre los profesionales del sector como con los usuarios finales.

Para esta primera experiencia se ha elegido Iruñea porque «aquí el público está más maduro, hay iniciativa privada y pública de proyectos, construcción, capacitación y certificación», de forma que Nafarroa terminará el año 2018 con cerca de mil viviendas certificadas como Passivhaus.

Por su parte, el vicepresidente de esta asociación, Koldo Monreal, propietario de la primera vivienda ECCN del Estado, ubicada en Lekunberri, ha lamentado que el 44 % de las personas desconocen qué es un edificio de este tipo, pese a que la normativa europea entrará en vigor el 1 de enero de 2018.

Por ello, la feria pretende especialmente ser un escaparate para atraer a los ciudadanos, algo que se hará a través de cinco escenarios, el primero de los cuales será una feria al uso con puestos informativos de las ya cerca de 40 empresas que han confirmado su asistencia.

El segundo escenario será una casa ECCN que se construirá en la plaza de Baluarte y que de forma guiada podrán visitar los asistentes para comprobar in situ «qué se siente dentro», y que además contará con sistemas pasivos en los que se podrán cargar coches eléctricos que también estarán en la plaza.

El tercer escenario es el encuentro para profesionales y el gran publico, «una fiesta del sector», ha señalado Monreal, que ha añadido otro escenario con diferentes mesas redondas sobre aspectos que atañen a este tipo de edificaciones.

También ha intervenido Miguel Rodríguez, responsable de prescripción de Rockwool, una de las empresas que forman parte del consorcio, quien ha advertido de que la feria pretende además «traducir el lenguaje técnico al coloquial, y hacerlo de modo festivo y participativo».

«Nuestra idea es generar un punto de encuentro para disfrutar del 'passivhaus' y disfrutar aprendiendo», ha dicho tras subrayar la intención de esta feria de «dinamizar a la sociedad para que participe de este evento», especialmente en un territorio como Nafarroa, que «es hoy el eje de la construcción sostenible» y también un ejemplo en la gestión de la rehabilitación de viviendas.