La reforma fiscal, que ya ha sido aprobada en las Juntas de Bizkaia y Araba, continúa su tramitación en Gipuzkoa, ya que aún queda pendiente la aprobación de la reforma del impuesto sobre la riqueza, que recuperará su denominación anterior de patrimonio.

En el pleno de esta mañana, también se han debatido las enmiendas a la totalidad que tanto EH Bildu como Podemos habían presentado al proyecto de norma del impuesto sobre el patrimonio, que no han prosperado al ser rechazadas por PNV, PSE y PP ,con lo que se prevé que, tras su paso por comisión, sea también definitivamente aprobado en el pleno del 6 de junio.

La Diputación de Gipuzkoa calcula que las modificaciones fiscales acordadas entre PNV, PSE y PP incrementarán la recaudación de este territorio en 38,4 millones, mientras que cifra en 12,9 millones el efecto negativo que tendrán los cambios en patrimonio que conllevan, entre otras medidas, la recuperación del «escudo fiscal».

El diputado de Hacienda, Jabier Larrañaga, ha sido el encargado de defender en la sesión plenaria estos cambios fiscales cuyo objetivo es «apuntalar» el crecimiento económico, «acompañar» a las empresas y «atraer talento y proyectos».

Sus explicaciones no han convencido a los portavoces de EH Bildu y Podemos, Xabier Olano e Imanol Gude, respectivamente, quienes han criticado la reforma fiscal, en general, y la reforma del impuesto sobre la riqueza, en particular.

Descenso con el «escudo fiscal»

Xabier Olano ha asegurado que la reforma del actual impuesto sobre la riqueza beneficiará especialmente a las 38 personas más ricas de Gipuzkoa, aquellas que disponen de más de 12,8 millones de euros de patrimonio, que dejarán de aportar en total más de 15 millones a la Hacienda.

«¿Quién necesita apoyo, las 38 personas más ricas o las miles de ciudadanos que están en situación de pobreza?», se ha preguntado Olano, al tiempo que ha señalado que los 875 contribuyentes que volverán a disfrutar del «escudo fiscal» aportarán 33 millones menos a las arcas forales.

Imanol Gude ha denunciado que el objetivo de estas modificaciones es que «pague menos el que más tiene», y ha criticado especialmente que el PSE apoye unos cambios fiscales de carácter «neoliberal».

María Eugenia Arrizabalaga (PNV) ha reconocido que los cambios en el impuesto de la riqueza tendrán un impacto negativo de 12,9 millones, pero ha justificado la reforma para «frenar que los ricos de Gipuzkoa se vayan» a otros territorios.