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El acusado de matar a Arantza Palacios en 2016 niega los hechos y alude a una «muerte natural»

El varón acusado de asfixiar a su pareja en Bilbo en julio de 2016 ha manifestado que se preocupaba y «cuidaba mucho» de la fallecida, y ha argumentado que se la encontró muerta al despertar. «Me la encontré tumbada en el sofá y le dije que se había quedado dormida profundamente viendo la tele. Me empecé a mosquear porque no decía nada», ha indicado.

Pancarta de la manifestación celebrada en Bilbo tras la muerte de Arantza Palacios. (Monika DEL VALLE / ARGAZKI PRESS)
Pancarta de la manifestación celebrada en Bilbo tras la muerte de Arantza Palacios. (Monika DEL VALLE / ARGAZKI PRESS)

La sección segunda de Audiencia Provincial de Bizkaia ha acogido el inicio del juicio con jurado contra un varón que presuntamente asfixió a su pareja el 23 de julio de 2016 en su domicilio del barrio de San Adrián de la capital bizkaitarra. El individuo, que contaba con 49 años en el momento de los hechos, está acusado de un delito de «asesinato con alevosía», concurriendo el agravante de género y parentesco.

El Ministerio Fiscal solicita 20 años de prisión, por 22 y medio de la acusación particular que representa a la hija de la fallecida y que también pide una indemnización de 30.000 euros por responsabilidad civil. Por su parte, la Abogacía del Estado reclama 25 años, misma pena que el Ayuntamiento de Bilbo, que se ha personado en la causa como acusación popular.

La defensa, que ha manifestado que su patrocinado, «además de ser toxicómano no es una persona normal al padecer limitaciones físicas que le impiden ser autor de los hechos», ha reclamado su absolución y en caso de ser declarado culpable, que se tenga en cuenta como eximentes su consumo de drogas y alcohol.

Según las acusaciones, sobre la medianoche del 23 de julio de 2016, la víctima se encontraba en estado de semi-inconsciencia en el sofá de la vivienda como consecuencia de la medicación antidepresiva y ansiolítica que tenía prescrita, a lo que se sumó la ingesta de alcohol y la toma de metadona facilitada por su pareja.

De este modo, «aprovechando el estado de la mujer y movido por el ánimo de acabar con su vida», el varón habría colocado sus manos sobre la boca y nariz de la mujer, provocando su asfixia por sofocación.

El encausado, que ha afirmado que la pasada semana sufrió un ataque de ansiedad y ha estado cuatro días sin dormir, únicamente ha aceptado responder a las preguntas de su letrado, quien previamente ha calificado la instrucción y actuación policial de «defectuosa, subjetiva y parcial».

A juicio del abogado, existen «dudas más que razonables» de que su defendido sea el autor de los hechos y ha lamentado que «no se hayan valorado posibles alternativas» respecto a la autoría de los hechos. A su juicio, «se ha manipulado la realidad» en la investigación y se ha producido «una clara negligencia» por parte de los agentes que realizaron las inspecciones oculares del domicilio donde sucedieron los hechos. De este modo, y tras negar que la relación entre su defendido y la víctima fuera mala, ha incidido en que «cabe que ella muriera sola», motivo por el que ha pedido la absolución.