Consciente de que la sociedad civil es la llave para construir un futuro que tenga su base en el respeto de los derechos humanos, Sare trata de dar voz y unir a todas aquellas personas que están dispuestas a luchar por un país sin presos en el que prime la reconciliación, la convivencia y la paz. De ese esfuerzo de la red ciudadana nace la dinámica ‘Orain presoak’, que hoy se ha presentado en Bilbo.

«Es necesario que se deje de crear sufrimiento y se dé solución a la situación de excepcionalidad que viven los y las presas vascas», ha dicho la sarekide Arantza Aldezabal antes de pasar la palabra a Félix Arrieta y Laura Gómez para dar lectura al manifiesto de presentación de la iniciativa. Junto a ellos, participan en estos primeros pasos de la dinámica Irati Agorria, Uxue Alberdi, Dani Arranz, Garazi Arrula, Maite Asensio, Carlos Askunze, Joseba Azkarraga, Félix Cañada, Mikel Casado, Ángel Elias, Xabier Euzkitze, Eñaut Elorrieta, Mari Luz Esteban, Eba Ferreira. Mandi Figueroa, Anaiz Funosas, José Mari Gorordo, Garazi Hach Embarek, Zuriñe Hidalgo, Pedro Ibarra, Karmele Ibarra, Olatz Iglesias, Virginia Imaz, Pili Kaltzada, Ibon Larrinaga, Sara Majarenas, Zesar Martínez, Martxelo Otamendi, Galder Pérez, Félix Placer, Paul Ríos, Josefina Roco Sanfilippo, Danele Sarriugarte, Ilaski Serrano, Castillo Suárez, Maika Tameron, Kirmen Uribe, José Luis Uriz, Xabier Usabiaga, Ane Zabala, Patxi Zabaleta, Ramón Zallo y Mario Zubiaga.

En la declaración, han incidido en que «es el momento de la resolución, la convivencia y la paz», destacando el sufrimiento que se sigue causando a las personas presas y a sus familiares. Por ello, consideran «imprescindible» un cambio de la actual política carcelaria que se aplica a los 282 presos y presas vascos alejados a cientos o miles de kilómetros de sus hogares.

Los objetivos «prioritarios», han enfatizado Arrieta y Gómez, son terminar con el alejamiento, atender a las personas presas gravemente enfermas, la acumulación de penas impuestas en dos estados y la progresión de grado.

Manifestación el 20 de octubre

«La política penitenciaria actual está encadenada al pasado, y se sustenta sobre una legislación  excepcional. Creemos que es el momento de proyectar la mirada sobre el futuro. Tenemos la oportunidad de dejar a nuestros descendientes un futuro mejor que el que nos dejaron nuestros antecesores. Ya ha desaparecido ETA, no queremos políticas que generan más sufrimiento», han subrayado.

Entienden que es «tiempo de desatar nudos», tiempo de convivencia, y una cuestión fundamental es resolver la situación de las personas presas. La de hoy ha sido la presentación de la dinámica, a la que han animado a sumarse, al tiempo que han anunciado la convocatoria de una gran manifestación para el 20 de octubre en Bilbo.