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Representantes del ámbito cultural y social piden nuevos análisis de los grafitos de Iruña-Veleia

La plataforma Iruña-Veleia Argitu ha hecho público un manifiesto que ha reunido ya 140 adhesiones de representantes del ámbito cultural y social, principalmente vasco, en el que se reclama que tres laboratorios europeos especializados en arqueometría analicen una muestra de los grafitos encontrados en este yacimiento alavés para determinar si son falsos o no.

Presentación del manifiesto de Iruñea-Veleia Argitu, esta mañana en Gasteiz. (Juanan RUIZ / FOKU)
Presentación del manifiesto de Iruñea-Veleia Argitu, esta mañana en Gasteiz. (Juanan RUIZ / FOKU)

Iruñea-Veleia Argitu considera que «no está demostrada» la falsedad de las más de 400 piezas encontradas en este yacimiento que sin embargo ha supuesto el procesamiento del exdirector de la excavación Eliseo Gil y dos colaboradores por «presunta falsificación». La Fiscalía de Araba ha pedido cinco años y medio de prisión para Gil, mientras que la Diputación alavesa ha elevado su solicitud de cárcel hasta los siete años y medio por «delitos contra el patrimonio histórico y estafa». También se reclama cárcel para un colaborador de Gil, Oscar Escribano, y un tercer imputado, Rubén Cerdán.

Los hallazgos que se cuestionan, localizados entre 2005 y 2006 bajo la gestión de la empresa Lurmen, de la que era administrador Gil, son unos grafitos escritos en cerámicas de los siglos III, IV y V que, cuando se presentaron en público, en junio de 2006, fueron calificados de «históricos» porque, entre otras cosas, adelantaban al siglo III la aparición del euskara y la entrada del Cristianismo. Sin embargo, supuestamente fueron hechos por los acusados.

La plataforma Iruña-Veleia Argitu, integrada por las asociaciones SOS Iruña-Veleia, Euskeraren Jatorria, Martin Ttipia y Lurmen, ha presentado las primeras adhesiones a un manifiesto «en favor del esclarecimiento» de este caso que cuenta con el respaldo de la magistrada del Tribunal Superior de Justicia de la CAV Garbiñe Biurrun, el arqueólogo Eduard C.Harris y el músico Benito Lertxundi, entre otros.

En ese manifiesto se reclama a las instituciones correspondientes que ordenen nuevos análisis en laboratorios europeos especializados en arqueometría y sugieren que sean tres centros diferentes, y «que se apliquen estrictamente los protocolos al uso para casos extraordinarios».

También que reconocidos arqueólogos «no vinculados a las partes», lleven a cabo excavaciones controladas en lugares próximos al lugar donde fueron localizados las piezas. Estas mismas reclamaciones se han hecho vía judicial por la defensa de los acusados.

Los firmantes del manifiesto mantienen que «no se puede dilatar más» el esclarecimiento de este caso, que denuncian ha estado nueve años en instrucción, y consideran que es «fácil llegar a la verdad usando técnicas modernas de datación, habituales hoy en día en arqueología». El escrito recuerda que en 2008 la Diputación alavesa declaró «oficialmente falsos» estos grafitos y decidió entablar el proceso judicial basándose en varios informes de una comisión constituida fundamental por profesores de la UPV, que abogaban por «la falsedad de estos grafitos y la mala práctica arqueológica de Lurmen».

Sin embargo la defensa de Lurmen presentó en el juzgado una veintena de informes que sostienen que los grafitos pueden ser verdaderos y que la práctica de la empresa ha sido correcta. «Los autores de dichos informes son de diferentes nacionalidades, y la mayoría de ellos reconocidos expertos en las materias que se reflejan en los grafitos», mantiene el manifiesto.

Entre las personas que ya han suscrito este manifiesto están los arqueólogos Emilio Illarregui y Stephan Schröder; los escritores Kirmen Uribe, Toti Martínez de Lezea y Joan Mari Irigoien, los músicos Fermín Muguruza y Eñaut Elorrieta, así como los miembros de Euskaltzaindia Patxi Zabaleta y Patxi Uribarren, y los bertsolaris Andoni Egaña y Amets Arzallus, entre otros.