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Un segundo juez bloquea la orden de excarcelación que pesaba sobre el expresidente brasileño Lula

Un tribunal federal ha ordenado este domingo la excarcelación del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. Sin embargo, unas horas después un segundo juez ha revocado dicha decisión, por lo que Lula permanecerá en la prisión federal de Curitiba.

Lula, en una imagen de archivo. (Nelson ALMEIDA/AFP)
Lula, en una imagen de archivo. (Nelson ALMEIDA/AFP)

«Cúmplase con régimen de ‘urgencia’ en esta fecha mediante la presentación de la Orden de Excarcelación o de esta orden a cualquier autoridad policial presente en la sede de prisiones de la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba, donde se encuentra recluido el sujeto».

Así rezaba la orden del juez del Tribunal Regional Federal de la 4ª Región Rogério Favreto, que había dictaminado la excarcelación del expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.

Entre sus argumentos, el magistrado alegaba que la prisión del expresidente impide ejercer sus derechos como precandidato a la Presidencia y su decisión respondía a un recurso interpuesto por diputados del PT, formación con el cual Lula pretende presentarse a los comicios.

Sin embargo, unas horas después llegaba la réplica por parte del juez instructor del caso, João Pedro Gebran Neto, que ha suspendido la orden de excarcelación.

Gebran Neto, juez del Tribunal Regional Federal de la 4ª Región, ha argumentado que no existen causas que justifiquen la decisión de liberar a Lula y se ha reivindicado como «juez natural de este proceso». «Determino que la autoridad competente y la Policía Federal de Paraná se abstengan de practicar cualquier acto que modifique la decisión colegiada», ha ordenado.

Reacciones del juez Moro y PT

Antes, el juez Sergio Moro, quien condenó al expresidente brasileño en primera instancia, había cuestionado la competencia del magistrado que había ordenado la puesta en libertad de Lula. En un auto, consideraba que el juez federal de guardia es «absolutamente incompetente» para ordenar su liberación.

Por su parte, desde el Partido de los Trabajadores (PT) habían afirmado que la decisión judicial era «una victoria de la democracia». «Estamos esperando ahora solo la firma del comisario para que Lula pueda salir de la prisión», habían adelantado.

Lula fue condenado en segunda instancia a doce años de cárcel por los delitos de «corrupción pasiva» y «blanqueo de capitales» acusado de aceptar un tríplex de lujo en Sao Paulo.

Al asimismo exdirigente sindical solo le queda acudir a los altos tribunales para revertir la condena. Lo que dicten éstos repercutirá crucialmente en su participación o no en las elecciones presidenciales del próximo mes de octubre.