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Empate del centro-izquierda y oposición en Suecia, donde los ultraderechistas son clave

Suecia afronta un incierto panorama político tras las elecciones legislativas del domingo, en las que el bloque gubernamental de izquierda y la opositora Alianza de centroderecha han obtenido casi el mismo resultado y el ultraderechista Demócratas de Suecia (SD) ha subido varios puntos y se sitúa como decisiva tercera fuerza.

Jimmie Åkesson, líder del partido ultraderechista SD, celebra los resultados. (Anders WIKLUND/AFP)
Jimmie Åkesson, líder del partido ultraderechista SD, celebra los resultados. (Anders WIKLUND/AFP)

El bloque gubernamental de izquierda mantiene una mínima ventaja sobre la Alianza opositora de centroderecha tras las elecciones de este domingo en Suecia, según el recuento provisional de la Autoridad Electoral, a falta de contabilizar dos de los 6.004 distritos.

La izquierda ha obtenido el 40,6% de los votos, frente al 40,3% de la Alianza, unas cifras que trasladadas a escaños situarían al bloque gubernamental con uno más (144 por 143), mientras que el partido ultraderechista Demócratas de Suecia (SD) sería tercera fuerza con el 17,6% y 62 escaños, lo que le otorgaría un papel decisivo.

El Partido Socialdemócrata del primer ministro, Stefan Löfven, ha ganado las elecciones con el 28,4% de votos, casi tres puntos menos que en 2014, seguido por el Partido Moderado (conservador), con el 19,8%, 3,4 puntos peor. Demócratas de Suecia (SD), con el 17,6%, sube 4,7 puntos, aunque se queda lejos de las cifras que le daban los sondeos desde el pasado verano, cuando superaba incluso a los conservadores como segunda fuerza.

El Partido de Medio Ambiente, socio de coalición de gobierno de los socialdemócratas, ha bajado 2,4 puntos hasta el 4,3%; y el Partido de Izquierda, aliado externo del Ejecutivo rojiverde, ha conseguido el 7,9% de los votos, 2,2 puntos más.

Los otros tres miembros que conforman la Alianza junto con los conservadores han aumentado su apoyo: el Partido de Centro ha crecido 2,5 puntos y ha obtenido el 8,6%; el Partido Democristiano ha subido 1,8  puntos y se sitúa en el 6,4%; y el Partido Liberal, el 5,5%, una décima más.

En comparación con las anteriores elecciones generales de 2004, el bloque gubernamental ha descendido tres puntos porcentuales y la Alianza ha subido nueve décimas.

Pequeñas variaciones porcentuales podrían decantar el triunfo para uno u otro bloque, aunque lo que no cambiará es la victoria del Partido Socialdemócrata, la fuerza política que ha ganado todas las elecciones en Suecia en el último siglo, aunque ahora lo hace con su peor resultado de la historia. Para los conservadores, son los resultados más bajos desde 2002.

Los votos procedentes del extranjero, que podrían jugar también un papel determinante a la hora de decidir el resultado final, no serán contabilizados hasta el miércoles.

De confirmarse el resultado, Löfvren tendría complicado continuar en el poder, una vez que la Alianza ha asegurado que no dejará gobernar al bloque minoritario más votado, como ocurrió en 2014, para aislar a la ultraderecha.

La ultraderecha emplaza a los conservadores 

Antes de que finalizara el recuento, el líder del SD, Jimmie Åkesson, ha invitado al jefe de la oposición de centroderecha, el conservador Ulf Kristersson, a iniciar conversaciones para formar gobierno.

Kristersson ha reiterado en las últimas semanas su deseo de formar gobierno con sus aliados, aunque para ello necesitará los votos del SD, con quien aparentemente no quiere negociar.

El líder de los ultraderechistas ha insistido en que aunque su principal objetivo es desalojar del poder a la izquierda, su respaldo a la Alianza no será «ni automático ni gratuito».

Si se mantienen los pronósticos actuales, tanto socialdemócratas como conservadores –los dos principales partidos del país– obtendrían un resultado muy negativo; para los primeros sería el peor de su historia, mientras que para los segundos el más bajo desde 2002.

El SD, que en las últimas generales obtuvo casi el 13%, sumaría un avance importante, pero se quedaría lejos de las cifras que le daban los sondeos.