Poco antes de las diez de la mañana ha sonado la alarma y la Policía Foral ha instado a abandonar el edificio, lo que han hecho de forma ordenada las alrededor de noventa personas que se encontraban allí en ese momento, según ha informado a Efe la jefa de servicios generales del Parlamento, Paulina Cuéllar.
Además de los trabajadores y parlamentarios que se encontraban en sus despachos, a esa hora estaba teniendo lugar la comparecencia de la consejera de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local en una de las salas de comisiones y una sesión de trabajo con una representación de Andrea y Lunes Lilas en otra.
Al escuchar los avisos se han interrumpido las sesiones, que se han reanudado posteriormente, y los comparecientes, los miembros de la comisión y los medios de comunicación han salido del edificio por las salidas de emergencias más cercanas y se han reunido con el resto de personas en el exterior.
El desalojo ha ido «muy bien», según Cuéllar, quien ha indicado que es «bastante complicado organizar a toda la gente, que cada persona sepa lo que tiene que hacer».
En ese sentido ha explicado que hay personas encargadas de la evacuación de cada parte del edificio y de supervisar que nadie se queda en las salas. Los demás deben «verificar su salida de emergencia más próxima y salir por allí».
El simulacro que, según ha señalado, es preciso hacerlo una vez por legislatura, estaba programado desde la semana pasada y solo cinco personas sabían la fecha y hora exacta en la que iba a tener lugar.