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Baviera da otro golpe a los aliados de Merkel y relanza a los Verdes

El electorado de Baviera ha dado este domingo otro golpe a los aliados de Angela Merkel al apear de la mayoría absoluta al CSU y hundir a los socialdemócratas en un resultado catastrófico, mientras que ha relanzado a los Verdes.

El ministro del Interior alemán y líder de la CSU, Horst Seehofer. (Peter KNEFFEL/AFP)
El ministro del Interior alemán y líder de la CSU, Horst Seehofer. (Peter KNEFFEL/AFP)

Según las proyecciones difundidas por la televisión pública ZDF, la CSU, formación hermana de la CDU de la canciller alemana, Angela Merkel, ha obtenido un 37.3% de apoyo, diez puntos menos que en las regionales de 2013 y sus peores resultados desde 1954.

Los Verdes, por su parte, han logrado un 17,8%, casi diez puntos por encima que en las anteriores elecciones regionales y el mejor resultado de la historia en ese tradicionalista ‘land’, que de confirmarse los resultados se convertiría en candidato preferente a ser el socio que precisa la CSU, pese a las diferencias que separan a ambos partidos.

En tercera posición han quedado una escisión derechista de la CSU con un 11,5%, mientras que la ultraderechista AfD ha obtenido un 10,6%, por debajo de lo que le otorgaban las encuestas electorales.

Especialmente dramática es la posición del socialdemócrata SPD, hasta ahora segunda fuerza en Baviera e integrante de la coalición de Merkel en Berlín, que se ha hundido en el 9,6%, su récord a la baja, tanto a escala regional como nacional.

Los vencedores morales de las elecciones han sido los Verdes, no solo po su segunda posición, sino también porque ello se ha producido cuando los sondeos en intención de voto a escala nacional los disparan por encima del SPD.

Al margen de la sacudida de Baviera, los resultados son un golpe para la gran coalición que gobierna Alemania –CDU/CSU y SPD–, cuya gestión se ha visto lastrada por sucesivas crisis.

Markus Söder, líder del CSU, ha admitido que los resultados han sido malos para su formación, y ha añadido que su propósito ahora es lograr un gobierno estable, lo que implica negociar una alianza para la que, hasta ahora, solo ha descartado a la ultraderecha.

El rostro inequívoco de la derrota la ha ofrecido, desde Berlín, la líder de la SOD, Andrea Nahles, quien en una breve comparecencia de prensa ha reconocido la dramática derrota de su partido, hecho que ha atribuido a no haber sabido separar la elección bávara de la mala imagen de la gran coalición alemana.