NAIZ
BILBO

Las contradicciones entre los acusados marcan la primera sesión del juicio por el ‘caso Cabacas’

Versiones contradictorias, discusiones entre suboficiales sobre la manera de actuar, desconocimiento sobre las consecuencias del uso de pelotas de goma y hasta afirmaciones de «la actuación fue correcta». Estas han sido las claves de la primera sesión del juicio por la muerte de Iñigo Cabacas.

Primera sesión del juicio contra seis ertzainas por la muerte de Iñigo Cabacas. (FOKU)
Primera sesión del juicio contra seis ertzainas por la muerte de Iñigo Cabacas. (FOKU)

El oficial –ertzaina con mayor rango en el lugar de los hechos–, que ha sido el primero en declarar, ha afirmado que «en aquel tiempo cualquier agente podría haber disparado sin una orden de un superior».

El segundo acusado en declarar, suboficial en el momento de la tragedia, ha explicado que asignó escopetas a aquellos agentes que tenían «mayor pericia y conocimiento» y ha afirmado que el agente que tiene escopeta «puede hacer un disparo sin orden de su superior», tal y como ha declarado el primero. Ha hablado de un «ataque espantoso» contra la Ertzaintza, por lo que a su juicio «era necesario disparar con pelotas. Aquello era una emboscada, había que actuar».

Ni dio órdenes de cómo actuar a su furgoneta ni recibió ninguna orden de disparar, solo que viendo la situación lo creyó conveniente. Según ha añadido, tuvo una discusión con otro suboficial de otra furgoneta debido a la forma de actuación. Al contrario que el primer acusado en declarar, ha precisado que la «única manera de solucionar los incidentes» era del modo en el que actuaron.

Un tercer agente, suboficial también el día en el que Iñigo Cabacas resultó herido mortalmente, ha detallado que en la furgoneta solo había un agente con escopeta y que los demás actuaban como defensa. Ha dicho que él no dio la orden de disparar y a preguntas de Jone Goirizelaia, abogada de la familia Cabacas, ha afirmado que en aquel momento no eran conscientes de que las pelotas de goma podían matar.

Un acusado que era agente de base aquella trágica noche ha admitido que él sí que disparó, pero ha añadido que lo hizo al aire «y después hacia la parte derecha de la plazoleta». Ha admitido que conocía el riesgo que suponía el lanzamiento de pelotas de goma y ha reconocido que «es probable que las pelotas que lancé entraran al callejón» donde se encontraba Cabacas. Según ha afirmado, el mando de su furgoneta estaba de acuerdo con la orden de cargar, extremo negado por el suboficial que ha declarado en tercer lugar.

El quinto ertzaina en declarar ha relatado que él hizo «dos o tres disparos, todos al aire y sin pelota» a consecuencia de una orden de un mando, a quien no ha sabido identificar. A diferencia del otro agente, no escuchó al suboficial de la otra furgoneta dar la orden de disparar. «La actuación fue correcta», ha afirmado.

El sexto y último acusado en declarar ha señalado que las órdenes de los mandos «pueden ser contradictorias en ocasiones»,  y ha admitido que él realizó «posiblemente» cuatro disparos con pelota, «desde la furgoneta, en parábola», aunque no hubiera percibido pelea alguna en la zona. También escuchó al suboficial de la otra furgoneta dar la orden de disparar y, en consecuencia, vio a agentes de otras furgonetas disparar. Una vez volvieron a la comisaría dejaron la escopeta en el lado de las usadas y «había más de tres». «Hicimos lo correcto en esa situación, pero no soy un adivino», ha sentenciado.

La primera sesión del juicio por la muerte de Cabacas ha finalizado con la declaración de los seis acusados y se reanudará este martes a las 10.00 con las declaraciones de los testigos.