Pocos días después de que el Tour presentase un recorrido que ha recibido muchas críticas, el Giro ha hecho público el trazado que deberán superar los ciclistas en la 102ª edición de la corsa rosa. Saldrá el 11 de mayo desde Bologna y, tras 3.518 kilómetros, llegarán a Verona, que este año acogerá la etapa final.

La prueba ha quedado dividida en dos mitades muy diferenciadas. La primera estará compuesta por habituales finales trampa del Giro, opciones para que se vean volatas con los hombres más rápidos del pelotón y dos contrarrelojes: la primera de 8 kilómetros en la jornada inicial en Bologna y la segunda, en la novena etapa, de casi 35 kilómetros con final en San Marino. Ambas terminan en cuesta, por lo que los escaladores podrán minimizar sus pérdidas.

La montaña comienza con una primera toma de contacto en la 12ª etapa con final en Pinerolo. La etapa tan solo presenta una dificultad, pero puede ser suficiente para que se vean las costuras, ya que a 32 de meta deberán coronar Montoso, un novedoso puerto de 8,9 kilómetros al 9,4% de desnivel. Este será el aperitivo, ya que al día siguiente los ciclistas afrontarán la primera etapa de alta montaña. 188 kilómetros con final en el Lago Serrú, a 2.247 metros. Por el camino se encontrarán con Colle del Lys y Pian del Lupo.

Al día siguiente una etapa de 131 kilómetros no dará tregua, ya que en el trazado esperan Verrayes, Verrogne, Truc d'aArbe y Colle San Carlo, para terminar con una subida menor en Courmayer, a las faldas del Mont Blanc.

En la 15ª jornada llega una réplica del Giro de Lombardía, con 237 kilómetros y el tradicional final en Como superando Madonna del Ghisallo, Colma di Sormano, Civiglio y San Fermo della Battaglia.

Y el 16º día espera una tradicional y durísima jornada, con clara marca Giro. 226 kilómetros entre Lovere y Ponte di Legno en los que tras calentar las piernas en el Passo della Presolana y Croce di Salven, el pelotón se topará con el Gavia y Mortirolo. Este último a 27 kilómetros de meta, en la tendida subida a Ponte di Legno.

La 17ª tampoco dará descanso en sus 180 kilómetros con final en Anterselva, más tendido pero donde la fatiga será ya un factor clave.

Tras una jornada para respirar, en la 19ª etapa el pelotón llegará a San Martino di Castroza, un nuevo final en alto antes de la traca final. El penúltimo día deberán afrontar 193 kilómetros sin un solo metro llano con Cima Campo, Passo Manghen, Passo Rolle y final en el alto de Croce d'Aune.

Para cerrar un Giro de gran dureza, una crono de 15 kilómetros en Verona que presentará al sucesor de Chris Froome.