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El Gobierno belga se tambalea tras la salida de N-VA

El Gobierno belga se ha resquebrajado después de que los nacionalistas flamencos de la N-VA hayan abandonado el Ejecutivo en protesta por la decisión del primer ministro, Charles Michel, de firmar el Pacto Mundial para la Migración de la ONU.

El primer ministro belga, Charles Michel, con parte de su Ejecutivo. (Dirk WAEM/AFP)
El primer ministro belga, Charles Michel, con parte de su Ejecutivo. (Dirk WAEM/AFP)

La marcha de N-VA deja un Ejecutivo en minoría liderado por el partido liberal MR del primer ministro belga, Charles Michel, con los cristianodemócratas flamencos del CD&V y los liberales flamencos Open VLD, que intentará, sin embargo, sobrevivir hasta las próximas elecciones legislativas del 26 de mayo.

Michel ha confirmado que este lunes firmará el Pacto Mundial para la Migración de la ONU en Marrakech, firma que ha desencadenado la salida del N-VA del Ejecutivo belga. No obstante, el primer ministro ya ha reorganizado su gabinete para sustituir a los tres ministros y dos secretarios de Estado de los nacionalistas flamencos por otros miembros del Gobierno.

A su regreso de Marruecos, entablará consultas con el Parlamento federal para que el apoyo de la oposición le permita agotar la legislatura.

En una entrevista a la televisión RTL, Michel ha defendido la adhesión belga al pacto: «El pacto es importante porque da la oportunidad de tener una mejor cooperación internacional. Ningún país puede resolver esto solo». Además, ha explicado que la N-VA había participado en las negociaciones, por lo que su cambio de opinión hace unas semanas creó una «profunda división».

La crisis de Gobierno venía gestándose en las últimas semanas desde que la N-VA, que en principio dieron su apoyo a la firma del pacto, anunciaron que se oponían a firmarlo al considerar que minará la soberanía de Bélgica en materia migratoria.

La ruptura se ha oficializado este domingo, cuando el rey belga ha aceptado las dimisiones de la N-VA y ha firmado los cambios en el gabinete.

A partir de ahora, el Gobierno contará con 52 escaños en el Parlamento, mientras que los 31 diputados de la N-VA, formación más votada en las elecciones de 2014, pasan a engrosar las filas de la oposición, con 98 escaños.

Paradójicamente, los nacionalistas flamencos han anunciado que apoyarán las cuentas para 2019 y adoptarán una postura «constructiva» en otros asuntos.