La Real ha financiado este lunes una nueva revisión cardiológica a su afición. Los corazones de la parroquia blanquiazul han sido puestos a prueba en una recta final angustiosa. Pero bien está lo que bien acaba, y los tres puntos son un trampolín hasta la octava plaza.

Lo cierto es que del sexto, Getafe (28 puntos), al decimoséptimo, Celta (21), un par de resultados favorables o adversos suponen un gran salto.

Además del resiultado, cabe destacar que los canteranos Aihen Muñoz y Luca Sangalli han repetido como titulares –el primero debutó ante el Madrid y el segundo reapareció en Sevilla tras su baja por un ictus leve–, y que el aragonés Roberto López ha debutado con el primer equipo en la segunda mitad.

Imanol conoce mejor que nadie a los potrillos y eso es un plus para el encaje de bolillos al que obliga el recargado e infame calendario de enero.

Dos goles nada más empezar

El arranque del choque ha sido inmejorable. Para el minuto 8 la Real ya ganaba 2-0 con los tantos de Merino y Willian José, este último por un claro penalti que el VAR ha confirmado. Ambos goles han tenido su origen en sendos corners. El dominio de los atacantes sobre los defensores en el juego aéreo ha sido una tónica en los dos extremos del campo.

El Espanyol ha acusado el doble mazazo y los donostiarras mandaban con claridad, liderados por las cabalgadas de Januzaj. Pero poco a poco las tornas han ido cambiando, y en el segundo remate catalán Naldo ha cabeceado a la escuadra un saque de esquina botado por el Pirata Granero, que retornaba al que fue su estadio (2-1, 32’).

Ha seguido el dominio visitante y, cuando ya se rozaba un descanso que la Real necesitaba como agua de mayo, Llorente ha anotado en propia puerta al intentar despejar un balón que venía repelido del larguero tras un remate de Leo Baptistao.

En la segunda parte, los de Imanol se han ido a por la victoria y han vuelto a tomar ventaja con un gol de Willian José a centro de Mikel Merino (3-2, 63’).

Doce minutos después, el centrocampista navarro ha visto la segunda amarilla y Anoeta se ha preparado para vivir 15-20 minutos de angustia. Dicho y hecho, el Espanyol ha comenzado a meter balones en el área y ha rematado más de los deseables, aunque con escasa puntería, afortunadamente.

La Real ha tenido la ocasión de rematar la faena en dos cabalgadas de Mikel Oyarzabal –similares a la que protagonizó ante Isco en el Bernabéu– pero sin final feliz.

Ha tenido que sobrepasarse el minuto 94 para que el árbitro señalara el camino de los vestuarios. Es innegable que Imanol ha entrado con buen pie, el jueves llegará a Donostia el Betis para la vuelta de los octavos de Copa. Página especial de NAIZ.