ELA recueda en una nota que el objetivo de la huelga es «conseguir un convenio de empresa que, tomando como referencia el Convenio de la Industria Textil de Navarra, dignifique las condiciones de trabajo de la plantilla de Navarpluma. Desde el comienzo del conflicto la empresa está tratando de vulnerar el derecho a la huelga a través de coacciones, impidiendo la entrada a la empresa al Comité de Huelga y sustitución de huelguistas, actuaciones todas ellas que ya han sido denunciadas en Inspección de Trabajo».

La central asegura que Navarpluma es una empresa que «genera beneficios y cuya situación económico financiera es muy buena. Los beneficios de la empresa a 31 de marzo de 2018 (último dato al que se ha podido tener acceso) eran de 1.376.760 euros. Asimismo, llama la atención que los gastos de personal únicamente representan el 3,5% del gasto relativo sobre los ingresos (porcentaje que se ha reducido del 5% al 3,5% en un solo año)».

La plantilla de Navarpluma emplaza al Gobierno de Nafarroa a implicarse en la resolución de este conflicto.

ELA advierte de que la empresa Navarpluma «se está beneficiando de un acuerdo de colaboración entre Sodena y la Confederación Navarra de Empresarios (CEN) para impulsar su crecimiento, acuerdo que se suscribió el pasado 8 de octubre de 2018. La financiación de ese acuerdo entre Sodena y la CEN corresponde al Gobierno de Navarra».

En consecuencia, y «en la medida en que la empresa Navarpluma está recibiendo ayudas públicas, ELA considera indispensable la implicación del Gobierno de Navarra».