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Kontsumobide alerta de los riesgos del 'dropshipping' por internet

Kontsumobide ha advertido de que esta práctica tiene obligaciones legales derivadas de los derechos del consumidor y de las cotizaciones por práctica empresarial. Asimismo, ha alertado que «está atrapando sobre todo a gente joven» a través de recomendaciones de youtubers.

El dropshipping es un modelo de negocio basado en la venta a través de internet de productos que no se poseen en stock. (Jorge FRANGANILLO/FLICKR)
El dropshipping es un modelo de negocio basado en la venta a través de internet de productos que no se poseen en stock. (Jorge FRANGANILLO/FLICKR)

Kontsumobide ha alertado a los consumidores de los riesgos asociados a la práctica conocida como Dropshipping, que, a partir de una promesa de enriquecimiento rápido, «se transforma en demasiadas ocasiones en una quiebra con pérdidas económicas» porque, con este sistema de venta, estas empresas proveedoras «trasladan sus obligaciones legales hacia al consumidor, los minoristas y los propietarios de tiendas on line, liberándose así de ellas».

El organismo dependiente del Departamento autonómico de Consumo ha informado de que «el dropshipping no es más que la organización de una tienda online para ejercer de comisionista de otras páginas como Ali Express o Shopify e, incluso, revender esos productos a un precio superior».

El dropshipping, según Kontsumobide, «está atrapando sobre todo a gente joven» y comienza a través de recomendaciones de youtubers a las que siguen la venta de cursos para iniciarse en el dropshipping, unos cursos que tienen «un coste considerable», entre 600 y 1000 euros y que «rara vez cumplen las expectativas», ha indicado en un comunicado.

Según la definición que hace uno de sus «el dropshipping es un modelo de negocio basado en la venta a través de internet de productos que no se poseen en stock, mediante acuerdos y negociaciones con el fabricante o mayorista, para que sea éste el que los envíe directamente al cliente final».

Cuando un cliente realiza una compra, la persona propietaria de la tienda on line, se limita a gestionar el cobro y pasarle el pedido al proveedor dropshipping. Es este el que realiza la preparación de los productos con los signos distintivos del minorista y se ocupa del envío del paquete directamente al cliente.

Mediante esta práctica «no se genera stock, ya que no se hace la compra en la web originaria hasta que se hace la venta en la tienda de reventa y por lo tanto tampoco es necesario invertir en producto antes de su venta final».

Comisiones y reventa

Por ese motivo, prosigue Kontsumobide, «este es el aspecto que destacan las personas que desde youtube o instagram aprovechan para vender las posibilidades de rápido enriquecimiento y que atraen y atrapan a jóvenes en una labor que tiene más en común con las funciones de comisionista o la reventa».

El Instituto autonómico de Consumo ha alertado de que lo que no dicen las personas que recomiendan esta práctica son las obligaciones a las que los titulares de páginas de dropshipping deben hacer frente y que son, entre otras, las derivadas de la ley de protección de los derechos del consumidor como las garantías del producto, la devolución de un producto defectuoso o del dinero; el derecho de desistimiento o los requisitos con el etiquetado.

Asimismo, y por llevar a cabo una práctica empresarial, deben estar dados de alta en autónomos y en el registro de actividades económicas, así como realizar las liquidaciones trimestrales de IVA e IRPF o hacer frente a los impuestos y tasas fiscales.

Kontsumobide ha advertido además de que «todas estas cuestiones no se reflejan en los cursos recomendados, por lo que las personas que adquieren dichos cursos para iniciarse en el dropshipping acostumbran a encontrarse con que el enriquecimiento no es ni tan sencillo ni tan rápido».

Por otro lado, el organismo ha señalado que empresas como Aliexpress, o plataformas como Shopify promocionan esta práctica y lo presentan de una forma atractiva, potenciando los beneficios que se pueden obtener, supuestamente de forma rápida y sin riesgo, cuando lo cierto es que, con este sistema de venta, estas empresas proveedoras (dropshippers) trasladan sus obligaciones legales hacia al consumidor, a los minoristas y a los propietarios de esas tiendas on line, liberándose así de ellas.