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Donostia

Miren Arzalluz y Mikel Alonso cierran las declaraciones en el juicio del caso Balenciaga

La que fuera curator del Museo Balenciaga, Miren Arzalluz, y el arquitecto Mikel Alonso han cerrado esta tarde las declaraciones testificales en el proceso judicial abierto contra Mariano Camio, Julián Argilagos y Rolando Paciel por el caso Balenciaga.

Mariano Camio y Rolando Paciel, en el primer día del juicio. (Maialen ANDRES / FOKU)
Mariano Camio y Rolando Paciel, en el primer día del juicio. (Maialen ANDRES / FOKU)

Mañana miércoles las partes expondrán sus conclusiones en la última jornada del juicio del caso Balenciaga, que sienta en el banquillo de los acusados al exalcalde de Getaria Mariano Camio (PNV) y a los arquitectos Julián Argilagos y Rolando Paciel.

La actual directora del Museo de la Moda de París, Miren Arzalluz, quien fuera responsable de colección y exposiciones del Museo Balenciaga, ha comparecido esta tarde ante el Juzgado de lo Penal Número 2 de Donostia que se encarga de la vista oral del proceso.

A preguntas del fiscal, Arzalluz ha asegurado que cuando Julián Argilagos era el encargado del proyecto expositivo inaugural del Museo Balenciaga, que consistía en la recopilación de obras del modisto de Getaria que se encontraban en los fondos de nueve museos internacionales, ella llevaba a cabo una investigación financiada por la Diputación de Gipuzkoa y no pertenecía a la plantilla del museo. «Yo llevaba a cabo una investigación sobre Cristóbal Balenciaga cuando desarrollaba un master en Londres. En 2004 realicé unas consultas con la Fundación. A finales de 2005 vuelvo a casa y decido profundizar en mi investigación. Presento mi proyecto a la Diputación y esta decide financiarla. Me acuerdo que desarrollé mi investigación en la Fundación y por eso estaba físicamente allí. Tenia una relación profesional muy buena con las personas que conformaban la plantilla de Balenciaga. Y es a partir de marzo de 2007 cuando la Fundación me contrata como curator», ha asegurado.

El Ministerio fiscal le ha cuestionado sobre su colaboración en ese ambicioso proyecto expositivo que serviría como inauguración del Museo de Getaria, pero que nunca llegó a gestarse. «Camio me muestra su desasosiego sobre el proyecto, consistente en una exposición en la que se pide a nueve grandes museos internacionales que participen con una selección de obras de Balenciaga que se expondrán todas juntas en la muestra inaugural. Mariano Camio y Julián Argilagos visitan estos museos, todos los centros acceden, y a partir de entonces se me hace saber que Argilagos coordina este proyecto con los museos. Camio me muestra su preocupación porque uno de estos museos, el Metropolitan de Nueva York, dice que no logra dar con Julián, que no contesta a los emails y cartas. La inauguración estaba prevista para setiembre de 2007, y teniendo en cuenta los plazos que se aplican con esos museos, que suele ser de un año, ya se había echado el tiempo encima. Camio me dijo que Julián no estaba bien. Yo entendí que me plantea ayuda de manera puntual y quise echar una mano para sacar adelante esa exposición. Es algo que me propone Camio».

«No lo recuerdo»

El fiscal ha cuestionado a Arzalluz sobre si fue testigo u «oyó algo» de la manipulación de una factura de interiorismo por parte de Mariano Camio, objeto de acusación por parte del Ministerio Público. «No recuerdo haber presenciado ese episodio». «-¿Lo ha oido?». «Si, lo he oido». «-¿Qué ha oído?». «Que se le reprochó…. es que de verdad... no lo recuerdo bien. Pasaron muchas cosas en un breve periodo de tiempo. Había muchas conversaciones cruzadas. No puedo ni siquiera reproducirlo con veracidad. Son cosas que me suenan pero no las recuerdo con nitidez», ha defendido.

En una intervención rápida y corta, Arzalluz también ha sido cuestionada sobre la supuesta duplicidad en las funciones contratadas con Julián Argilagos. «Desconozco las circunstancias en las que Camio decididó hacer contratos, las circunstancias en las que se encontraba la Fundación, no sé quién llevó a Camio a tomar esas decisiones. Desde una perspectiva profesional, un conservador puede ser comisario de exposición. Puede dedicarse a custodiar, a cuidar y a estudiar una colección y a su vez comisariar una exposición. Eso es habitual. Pero desconozco las circunstancias en las que esto se produjo y el contenido de estos contratos».

Realizar una versión única del proyecto básico

Tras la declaración de Miren Arzalluz ha comparecido el arquitecto Mikel Alonso Arana, cuya intervención se ha prolongado más en el tiempo. Alonso ha aclarado que fue contratado por la empresa Hemen Art, de la que era titular Julián Argilagos, «para redactar una versión que unificase distintas versiones que Argilagos había redactado y conseguir que este documento de proyecto básico fuera efectivamente un proyecto básico que cumpliera la normativa vigente».

El fiscal ha preguntado sobre el aumento del Presupuesto de Ejecución Material (PEM) en pocos meses, que pasó de 800 millones de pesetas a los 15 millones de euros y sobre los honorarios que recibía Julián Argilagos en función del aumento del citado presupuesto. «Claro que tenía conocimiento de ese contrato. Se nos pidió que dictamináramos si el contrato se correspondía con los estándares del colegio de arquitectos. Se establece un porcentaje y es proporcional. No es exponencial. El aumento que se recogía en el contrato era lineal. Esto es lo usual», ha dicho.

Y ha continuado: «Ese contrato establece porcentajes de honorarios de proyecto y direccion de obra sobre el PEM, que es lo que establecía el colegio de arquitectos en las tarifas de honorarios. Lo habitual en la profesión es que se establezca un presupuesto estimado, que se le encarga al arquitecto, y un porcentaje tanto de ejecución de proyecto básico y direccion de obra. Ese contrato a mi modo de ver no tiene nada absolutamente extemporáneo o ajeno».