Iñaki Vigor

Patxi Zabaleta: «No hay que fiarse del PSN mientras no haga una autocrítica»

A sus 76 años de edad, Julián Balduz no quiere conceder entrevistas para hablar de su elección como primer alcalde de Iruñea tras el franquismo. «Vivo muy tranquilo y estoy alejado de la política», comenta. Patxi Zabaleta, el candidato a la Alcaldía de Iruñea por HB en 1979, sí ha concedido una amplia entrevista a GARA-Iruindarra Naiz para hablar de aquel sonado pleno y de la deriva ideológica del PSN. «Este partido no es de fiar mientras no haga una autocrítica», advierte.

Patxi Zabaleta, miembro histórico de la izquierda abertzale. (Iñaki VIGOR)
Patxi Zabaleta, miembro histórico de la izquierda abertzale. (Iñaki VIGOR)

Usted va a cumplir pronto 72 años. ¿Cómo recuerda el pleno del Ayuntamiento de Iruñea de aquel 19 de abril de 1979?
El tener que dar los votos a Balduz nos supuso la renuncia a uno de los objetivos que nos habíamos planteado, pero también lo recuerdo con cierta satisfacción por el deber cumplido. En la política hay que saber estar a las duras y a las maduras, y a veces el estar a las duras también tiene su efecto posterior. Yo creo que aquello valió mucho para la izquierda abertzale, fue un gesto que sirvió para marcar algunas pautas que hoy todavía se recuerdan. De aquel pleno también recuerdo algunas reacciones de personas que se pasaron en el nivel de respeto que se requería. Y recuerdo con cariño a algunos miembros del PSOE, como Pérez Balda, que luego fue desposeído de su cargo, o Rodríguez Pedraza, una persona entrañable que había sido militar de alto grado en el Ejército de la República. Nosotros ya sabíamos que, si no dábamos los votos a Balduz, el alcalde iba a ser de UCD. Sin duda, aquello fue uno de los antecedentes del cambio. El cambio que ahora se predica no empezó hace cuatro años, ni ha acabado ahora. En muchas ocasiones, en la política hace falta renuncias y estar en disposición de dejar a un lado las apetencias personales. No tuvimos la Alcaldía, pero sí la satisfacción de haber cumplido con una obligación.

¿Hubo negociaciones entre HB y PSOE para llegar a acuerdos en el Ayuntamiento de Iruñea y en el Parlamento navarro?
Sí. Los días anteriores había habido unas negociaciones, y el PSOE nos pidió, a cambio de la Alcaldía de Iruñea, la Presidencia del Parlamento Foral. Pero la derecha le votó al PSOE y Víctor Manuel Arbeloa salió elegido presidente de la Cámara. Otra persona que entonces representaba al PSOE era Emilio Boulandier, que se quedó sin la Alcaldía de Altsasu porque fue elegido el candidato de HB, Gerardo del Olmo. Tanto Arbeloa como Boulandier son dos personas que hoy militan, si no en la extrema derecha, sí en una derecha muy escorada a la derecha. Esto también tiene que formar parte de la memoria y ayudar a hacer los análisis correspondientes de cara al presente y al futuro.

¿Cree que hubo negociaciones entre Arbeloa y Del Burgo para que la derecha diese la Presidencia del Parlamento al candidato del PSOE, a cambio de que este partido marginase a HB?  
No tengo constancia de que hubiera esas negociaciones, pero el afán de la derecha por marginarnos era una constante. Cuando estaba negociando con nosotros, el PSOE nos dijo que estaba negociando solo con nosotros. Antes del pleno constitutivo de Iruñea, ya sabíamos lo que iba a suceder. En aquella sesión los concejales de HB votamos con la papeleta abierta para que se viera que votábamos al PSOE. Muchos años después, Javier Iturbe, Roberto Jiménez y otros eximios del PSOE también votaron con la papeleta abierta para que se viera que daban la Alcaldía de Iruñea a Yolanda Barcina. Apoyaron a la derecha pesar de que HB volvió a ser la segunda fuerza, esta vez con seis concejales. Al contrario de lo que había hecho HB en 1979, el PSOE evitó que saliese un alcalde de izquierdas.



Balduz llegó a la Alcaldía de Iruñea como militante de la Agrupación Socialista de Navarra, que entonces estaba integrada en el PSE. Pero en 1982 se creó el PSN y renunció a postulados políticos que había mantenido hasta entonces.
El PSOE, como tal, no existía en Navarra durante los tiempos de oposición al franquismo.

Entonces, ¿cómo se asentó el PSOE en Nafarroa?
Cuando se hacían unidades de acción durante el franquismo para organizar cualquier acto, en ellas no estaba el PSOE, sino el Partido Socialista del Interior, que luego fue el Partido Socialista Popular (PSP) y más tarde quedó absorbido por el PSOE. El PSE era el partido que se había organizado a partir de las personas que venían de la Comunidad Autónoma Vasca a buscar aquí algún tipo de seguidores, y los encontraron en la HOAC y en alguna otra colectividad a través del Verbo Divino y algunos curas. En aquellos tiempos. el PSE mantuvo abierta la posibilidad de que los navarros y navarras se pudieran pronunciar a favor de una autonomía de las cuatro provincias, lo cual fue cancelado con la aparición del PSN. Uno de los que pasó de una actitud a otra, de un partido a otro y de defender unas cosas a defender las contrarias fue Víctor Manuel Arbeloa, el personaje contradictorio por antonomasia. Defiende con la misma vehemencia lo contrario de lo que defendía antes, pero con una actitud igual: siempre ha excomulgado a los contrarios. Utilizo esta frase por si sirve para menospreciar su aportación a la política.

Pronto serán las elecciones a los ayuntamientos y al Parlamento navarro. El PSN ha dicho que no va a dar su apoyo a Navarra Suma, la coalición de partidos de derecha y ultraderecha. ¿Cree que el PSN es fiable, es creíble?
El PSN no es fiable porque no es leal a sus propias bases y a sus propios votantes. El PSN no es fiable porque no se ha autocriticado de lo que ha hecho en otras ocasiones, y no es fiable porque sus militantes, antes que a la realidad y a la honradez, miran solo a los votos. Para ser de fiar, en primer lugar el PSN tendría que hacer una autocrítica. Mientras no la haga, ¿qué esperanza tenemos de que no vuelva a repetir lo anterior? El PSN tendría que juramentarse no solo en ser leal a lo que sus votantes y sus propios miembros le han exigido, sino en ser leal a Navarra, y no lo es. El PSN ha sido el causante de que la derecha haya seguido gobernando en Navarra. Y si hubiera que poner algún ejemplo de máxima contradicción posible, sería el de 2007. Aquel año se hizo una manifestación muy sonada en Iruñea en la cual el grito fundamental fue «Zapatero vete con tu abuelo» [el abuelo del dirigente del PSOE fue fusilado por los franquistas en 1936].



También recuerdo que en 1981, siendo yo concejal en Iruñea, nos detuvieron a unos cuantos y nos llevaron a comisaría. Los policías que nos interrogaban, además de darnos algunos rodillazos en los testículos y golpes en la cabeza, nos decían: «Cuando llegue el golpe de Estado de los coroneles, os limpiaremos el forro a vosotros, pero los del PSOE que no se esperen que se van a librar, porque son los más desgraciados de todos». Esa misma actitud era la que mantenía entonces la extrema derecha, que en 2007 vino a encabezar la manifestación de Iruñea junto con Miguel Sanz y compañía bajo el lema ‘Navarra no se vende’. Y gritaban «Zapatero vete con tu abuelo». Es decir, cuando llega la hora de la verdad, a los del PSOE los desprecian los de la derecha y los de la ultraderecha.

Saltemos a la actualidad. Tras cuatro años de Gobierno del cambio, ¿cuál es su valoración global?
El cambio que ha habido en Navarra se sustenta en las décadas anteriores. Pero todo el trabajo realizado durante tantos años no está, de alguna manera, compensado con lo que ha supuesto el cambio. El cambio necesita seguir adelante, pero da mucha pena las muchas ocasiones perdidas. En primer lugar, en Navarra debería haber existido un Gobierno de coalición, que es el que de verdad es un Gobierno fuerte. Un Gobierno con apoyos externos ha sido un Gobierno débil, ha tenido muy pocas iniciativas y han sido muy limitadas. Además, hay temas muy profundos que no se han abordado, como por ejemplo el medio ambiente, que ha quedado como una cuestión marginal. Además, seguimos bajo el condicionamiento económico estructural del Estado español y de la banca hispana. Frente a eso, las fuerzas del cambio en Navarra tendrían que haber dado pasos mucho más audaces.

¿Qué opina del asunto de la ikurriña?
La ikurriña ha estado perseguida durante décadas, y es un símbolo muy importante. El odio que muchos tienen a la ikurriña no es porque sea la bandera de otra comunidad autonóma, sino porque fue el símbolo de la lucha antifranquista, y en ese odio figuran incluso personas que se consideran de izquierda. Ahora han sido inhumados en el cementerio de Iruñea los restos de personas desconocidas que fueron asesinadas por los franquistas, y a mí no me satisface que en sus féretros se haya colocado solo la bandera republicana. La bandera republicana debe estar presente, pero la ikurriña también. Yo soy abertzale vasco de Navarra, y todo el que hable de respeto a la pluralidad, que empiece por reconocer a los abertzales vascos de Navarra los mismos derechos que a cualquier otro. Para pagar impuestos estamos igual; para derechos, también.
    
¿Se atreve a pronosticar quién llegará a la Alcaldía de Iruñea tras las próximas elecciones?
Sin duda ninguna, los únicos que tienen posibilidades son los candidatos de EH Bildu y de UPN.

¿Y a la Presidencia del Gobierno navarro?
Es evidente que los resultados de las elecciones forales van a estar condicionados por los resultados de las elecciones generales, que se celebran antes. Para una fuerza como Geroa Bai, el calendario va a ser más difícil, teniendo en cuenta que en las anteriores elecciones generales solo obtuvo 14.000 votos. Un diputado abertzale daría una fuerza de cohete en las elecciones forales y municipales, y es evidente que ese diputado abertzale que puede salir es el de EH Bildu. Vistas las últimas elecciones generales, Geroa Bai no tiene posibilidades reales de obtener un diputado. Si Geroa Bai hubiera tenido un gesto generoso y hubiera contribuido a obtener un diputado abertzale, eso le habría catapultado a Geroa Bai hacia arriba. En cambio, un gesto egoísta, como es el de presentarse solos, sabiendo que eso puede contribuir a que no salga el único diputado abertzale posible, les va a dejar en una situación muy cuestionable. Por lo tanto, creo que las posibilidades que habrá para la Presidencia del Gobierno de Navarra serán dos: Bakartxo Ruiz o la candidata del PSN.