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Más de 180 detenidos en otro sábado de protestas de los «chalecos amarillos»

París es escenario este sábado de nuevos enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y manifestantes de los «chalecos amarillos», con al menos 186 detenidos en el 23r sábado consecutivo de protestas desde que surgió el movimiento a mediados de noviembre.

Un manifestante intenta ayudar a otro, caído en la carga policial. (Anne-Christine POUJOULA/AFP)T
Un manifestante intenta ayudar a otro, caído en la carga policial. (Anne-Christine POUJOULA/AFP)T

La Policía ha cargado en varias ocasiones con granadas de dispersión y gases lacrimógenos contra los «chalecos amarillos» en su 23 sábado consecutivo de protestas en el centro de París, sobre todo entre las plazas de la Bastilla y de la República. En la capital, miles de personas han comenzado a desfilar bajo el sol de mediodía para exigir un aumento en la capacidad adquisitiva y justicia social, pero poco después han empezado las primeras cargas policiales cerca de la plaza de la Bastilla.

A primera hora de la tarde, la Policía había practicado 186 detenciones y realizado más de 17.000 «controles preventivos». Las fuerzas de seguridad se encuentran en alerta tanto en la capital como en otras ciudades francesas en los que volvieron las protestas.

El prefecto de policía de París, Didier Lallement, había alertado de la posibilidad de que «un bloque radical de 1.500 a 2.000 personas, integrado por 'ultra-amarillos'» siembre el caos en París. Los «vándalos se dieron de nuevo cita en algunas ciudades de Francia, en Toulouse, en Montpellier, en Burdeos y en particular en París», señaló el viernes el ministro francés de Interior, Christophe Castaner, al anunciar la movilización de 60.000 policías y gendarmes, aunque a la vez aventuró que este vigésimo tercer sábado de protestas, presentado por los «chalecos amarillos» como el segundo ultimátum, será «un poco menos fuerte» que el primero, el pasado 16 de marzo, en la jornada que le costó el puesto al jefe de policía de París.

Este sábado había convocadas cuatro marchas en París, de las que solo dos han sido autorizadas, al término de una semana en la que el presidente, Emmanuel Macro, tenía que revelar un gran programa de reformas para aplacar el descontento social, pero que aplazó por el incendio en la catedral de Notre-Dame.

El acceso a la catedral, en la que pretendían llegar grupos de «chalecos amarillos», fue prohibido a los manifestantes, así como otros lugares emblemáticos de París y provincias: la gran avenida parisina de los Campos Elíseos, el centro de Lyon o la plaza del Capitolio de Toulouse.

Los cientos de millones de euros prometidos por las mayores fortunas francesas para la reconstrucción de Notre Dame han irritado a los «chalecos amarillos». Muchos de ellos adoptaron el humorístico tuit de un novelista, Ollivier Pourriol, publicado en la red social después del incendio: «Victor Hugo da las gracias a todos los generosos donantes dispuestos a salvar Notre Dame de París y les ofrece hacer lo mismo con Los Miserables», título de otra obra del escritor francés que agrandó la leyenda de la catedral.