Ion Salgado

En Araba el voto útil tiene nombre

Las apelaciones al voto útil marcan cualquiera campaña que se precie, sobre todo en terrenos de juego tan pequeños como Araba, donde parece estar en juego solo un escaño y entre dos opciones radicalmente diferentes: PP o EH Bildu.

Ion_Salgado_aurpegia
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En todas las campañas electorales se lanzan proclamas apelando al voto útil. Y esta no iba a ser una excepción. Unos lo piden para frenar a la derecha, y otros para echar a Pedro Sánchez de La Moncloa. El voto útil se convierte en un reclamo visceral promocionado por los grandes partidos y dirigido a los electores de las formaciones minoritarias. «Vota al grande para que todavía sea más grande».

PSOE y PP son expertos en la materia, y tratan de ganar votos a costa de indecisos que no saben, o mejor dicho, a los que no se les explica, que el voto útil varía en cada circunscripción electoral. El reparto de escaños no es igual en Madrid, donde se reparten 36 butacas del Congreso, o en Soria, donde solo se eligen a dos diputados.

En Araba, por ejemplo, se reparten cuatro diputados y el voto útil puede dejar fuera a los partidos que representan a la derecha española: PP, Ciudadanos y Vox. Las encuestas apuntan a que tres escaños ya están adjudicados. Uno sería para PSOE, otro para el PNV y el tercero para Unidas Podemos. La pregunta del millón es quién se llevará el cuarto diputado en liza que, al parecer, se disputan el cabeza de lista del PP, Javier Maroto, y el de EH Bildu, Iñaki Ruiz de Pinedo.

Este último ha remarcado en diversas ocasiones que «en Araba EH Bildu es el voto útil», y advertido de que la ciudadanía alavesa puede dejar sin escaño al exalcalde de Gasteiz, que, al igual que hizo en 2015, ha vuelto a hablar del supuesto fraude en las ayudas sociales para tratar de ganar unos votos.

Lo cierto es que es que el PP se ha lanzado a la extrema derecha para tratar de contrarrestar el efecto de Vox y ha puesto en su diana al euskara, al movimiento autogestionario y a las personas migrantes en situación irregular. Han echado mano de un impuesto al diésel inexistente y han hecho hincapié en que Isabel Celaá, candidata del PSOE, y Mikel Legarda, del PNV, no han nacido en Araba.

El PP se ve en una tesitura incomoda; por primera vez el voto útil a una fuerza soberanista les puede dejar sin representante en Araba. Sería un duro golpe para Maroto y un aviso a navegantes de cara a los comicios locales y forales de mayo.