Joseba Vivanco

Un gol en propia meta del Leganés decanta en favor del Athletic un partido soporífero (0-1)

Partido infumable en Butarque que se ha decantado con un gol en propia puerta del Leganés. Esa jugada, a la salida de un córner, le ha dado al Athletic un botín con marchamo europeo. Feo encuentro, un insulto al fútbol, pero del que a la postre solo se recordará que el Athletic se viene con los tres puntos. El séptimo puesto en propiedad está más cerca. Página especial de NAIZ

Eraso e Iñigo Martínez pugnan por el balón. (LOF)
Eraso e Iñigo Martínez pugnan por el balón. (LOF)

Gaizka Garitano se quedó corto cuando dijo aquello de que refrescaría el equipo para medirse al rocoso y apenas impenetrable Leganés. No solo ha plantado a los suyos en el campo con una disposición nada habitual de tres centrales y dos carrileros, sino que ha puesto de inicio a Núñez, Mikel Rico y Aduriz de una tacada, dejando en el banquillo a Beñat –el descartado–, De Marcos o Muniain.

Esquema de cinco atrás para medirse a un ‘Lega’ con idéntico dibujo sobre el césped de Butarque. El de Derio no solo no ha repetido alineación (no lo ha hecho nunca desde que dirige al Athletic) sino que sacado un once con al menos cuatro cambios con respecto a cualquier otro anterior (vía @DatAthle).

Con estas cartas sobre la mesa no ha sido de extrañar que la primera parte haya sido soporífera, con un ‘harramategi’ Athletic que ha salido claramente a no perder –pases y más pases atrás cuando no horizontales– y un Leganés que ha querido más pero los rojiblandos no le han dejado rematar con nitidez ni una sola vez.

Primeros minutos de tanteo, han tenido los de Mauricio Pellegrino su minuto de gloria casi sobre el 10 de juego, con un disparo alto, primero, y una jugada combinativa hasta las narices de Iago que ha terminado sin remate, casi a renglón seguido. San José y Rico en la medular se veían superados de inicio, pero el Athletic ha capeado ese inicial temporal de lluvia y viento que caía sobre Butarque. A partir de ahí, ha mantenido casi siempre alejado al conjunto madrileño de las inmediaciones de Herrerín.

Media hora por delante en la que los pepineros han llegado bien por la banda de Yuri, de manera intermitente eso sí, y sin sacar provecho de los múltiples centros gracias a la solidez de los tres centrales bilbainos. El Athletic ha respondido con un cabezazo de Iñigo Martínez que ha detenido Cuéllar y más tarde un disparo muy desviado de un incómodo sin espacios y en banda Williams.

Ha sido a la salida de un córner puesto por Lekue, encargado con mucho acierto del balón parado a falta de los especialistas, y ha sido a la salida de otro, ya sobre la bocina, cuando el cerocerismo ha saltado por los aires: En-Nesyri se ha equivocado de portería y conectado un certero cabezazo a la escudra de su guardameta. Se rompía una racha de 134 córners sin marcar, justo 8 meses, ante el... Leganés.

Gol que ha obligado al Leganés a apretar a vuelta de vestuarios ante un Athletic que se ha parapetado en defensa, sumando eso sí groseras imprecisiones, achicando como ha podido, diez primeros minutos de agobio en los que los leones no han podido salir con peor actitud al campo. Han vuelto a capear el temporal pepinero, que no ha dejado salir a los leones, han multiplicado centros laterales sin conseguir conectar ninguno, Pellegrino ha puesto toda la carne en el asador a base delanteros... Y ni por esas.

El Athletic ha sido un muro que ha acabado defendiéndose con todos sus hombres casi en el área pequeña ante el empuje local y un El Zhar que ha salido del banquillo y ha generado el mayor peligro. Y aun así, Williams ha tenido el 0-2 en el minuto 78 pero Cuéllar le ha adivinado el ‘caño’. Hubiera sido todavía más injusto para los madrileños.

Lo que estaba abocado a un empate sin goles por deméritos de ambos equipos ha acabado en una victoria que da un impulso europeo a este Athletic que pierde por lesión, quizá muscular, a Yeray. Otro más para la enfermería de un Garitano que seguro pensará en ello mañana; hoy, esta noche, disfrutará de un triunfo que se antoja puede ser definitivo para las aspiraciones continentales. La celebración de los cerca de cuatrocientos héroes rojiblancos en las gradas y de los propios leones ha dado idea de lo conseguido.

Iñaki William, doscientos partidos hoy yq ue no pudo celebrar con gol, se ha mostrado al final muy contento, dha dicho que «el equipo ha sabido sufrir, que han sido superiores y los tres puntos han sido merecidos». Ha admitio, eso sí, que sabián que «íbamos a tener que sacar el escudo y esforzarnos». Y así ha sido.