Dabid Lazkanoiturburu

Rusia-Corea del Norte: relaciones forjadas en la era soviética

Dabid Lazkanoiturburu (Gorka RUBIO/FOKU)
Dabid Lazkanoiturburu (Gorka RUBIO/FOKU)

En 1948, Kim Il Sung, dirigente de la resistencia contra el imperialismo japonés, es promocionado por Stalin para liderar la República Popular de Corea (RPDC), rival del régimen capitalista instaurado en el Sur por EEUU.

LA URSS, junto con la recién creada República Popular China, apoya a la RPDC en la guerra contra Corea del Sur (1950-1953) con armas, ayuda y petróleo a buen precio.

En 1961, Pyongyang y Moscú firman un tratado de amistad por el que la URSS se compromete a defender a su aliado en caso de ataque. Kim Il Sung viajará oficialmente a Moscú en 1984 y 1986.

Las relaciones bilaterales se congelan en plena disolución de la URSS. En setiembre de 1990, Moscú establece relaciones con Seúl. China deviene el único sostén de Pyongyang.

Las relaciones con Corea del Norte son relanzadas por Vladimir Putin tras su llegada al poder en 1999. En 2000, ambos países firman un tratado de amistad y el nuevo inquilino del Kremlin se convierte en el primer dirigente ruso en visitar el país.. Kim Jong Il –que sucedió a su padre tras la muerte de este en 1994– devolverá visita a Moscú en 2001 y 2002.

En 2003, en plena crisis nuclear en la Península Coreana, Rusia participa por primera vez en negociaciones multilaterales. Kim Jong Il visitará por última vez Rusia en agosto de 2011, cuatro meses antes de su muerte.

En 2014, Moscú anula el 90% de la deuda de Corea del Norte, todo un gesto hacia el nuevo líder de la dinastía norcoreana, Kim Jong Un. En abril de 2018, en pleno deshielo de la crisis, la Rusia de Putin exige a la comunidad internacional que ofrezca «garantías firmes» a Pyongyang a cambio de su desnuclearización.