El juicio por estos hechos, que tuvo lugar el pasado 11 de febrero, fue celebrado a puerta cerrada en la Sección Tercera de la Audiencia de Gipuzkoa. Según la sentencia del caso los hechos se produjeron, entre 2014 y junio de 2017, a lo largo de la relación de dos años y siete meses en los que la pareja convivió en casa de una hermana del acusado, en una localidad de la comarca de Donostialdea.
La resolución precisa que los episodios de maltrato comenzaron desde el inicio de la relación, cuando la menor tenía 14 años. Relata golpes, control de la indumentaria o amenazas.
El texto señala asimismo que, en ocasiones, «ante la negativa de la joven a mantener relaciones sexuales», le propinaba golpes y «la agarraba con fuerza del cuello hasta que perdía el conocimiento», circunstancia que luego aprovechaba para violarla.
Un Juzgado de Instrucción dictó una orden de protección en favor de la perjudicada que impedía al encausado aproximarse y comunicarse con ella, a pesar de lo cual el hombre acudió al domicilio donde estaba la chica y la volvió a agredir.
Según la sentencia, «los hechos son constitutivos de un delito continuado de agresión sexual con la agravante de parentesco; un delito de maltrato habitual; tres delitos de maltrato no habitual; un delito leve de coacciones, un delito leve continuado de amenazas y un delito leve de vejaciones».
La sentencia también condena al acusado a mantenerse alejado de su víctima y a no comunicarse con ella durante 22 años y dos meses, y le obliga a compensarla económicamente con 20.000 euros por los daños sufridos.