La Final Four Gasteiz 2019 ha terminado y sí, ha pasado muy rápido. Sin embargo, no puede evitar acabar con un regusto agridulce. Al fin llegó la Final Four a Gasteiz, eso no se lo va a quitar nadie a la capital de Araba y el sueño largamente perseguido por Josean Kerejeta lo ha visto hacerse realidad después de mucho esfuerzo. Por otro lado, la ausencia del propio Baskonia o de equipos que arrastren consigo más afición aparte de la de Fenerbahçe, un tiempo frío y desapacible que se ha presentado como impenitente convidado que desde el mismo jueves no ha dado ni un instante de calma en forma de frío, lluvia y viento, han deslucido lo suyo el evento 

Pero sobre todo, unos precios mucho más elevados –sobre todo en Gasteiz, donde la media de 200 euros la noche ha echado para atrás a más de uno, por no hablar de los abusos que hay escondidos detrás de las cifras– a los que se estilan en la Copa, han desangelado una edición que prometía más de lo que ha dado. Todo ello por no hablar de cómo en su día se inflaron los precios de los abonos y cómo se han ido liberando de a poco, en un ejercicio de pasteleo en la compra y venta de abonos que ha enervado, no sin razón, a muchos aficionados que desembolsaron un buen dinero en su día y se han encontrado con ofertas infinitamente más baratas en los últimos días por asientos prácticamente iguales.

Incluso la sana apuesta por involucrar a Bilbo y Donostia en la apuesta de país de esta Final Four ha tenido cierto efecto contraproducente, al diluir el ambiente en las cercanías de la cancha o en el centro de la ciudad elegida, que históricamente ha sido lo que ha dado color a estos eventos deportivos, por no hablar de que Bilbo y Donostia, aunque hayan tenido carteles anunciadores de la Final Four, al final se han limitado a ejercer de «ciudades dormitorio» –aunque a su vez buena parte de la hostelería gasteiztarra ha echado de menos a aquellos que, en los días sin partido, ha preferido quedarse en las capitales de Bizkaia o Gipuzkoa al encontrar estas capitales ¡menos caras! que la propia Gasteiz– sin mayor vínculo con la Final Four que el reclamo publicitario.

Pero el trabajo que comenzaba hace un año ha tocado a su fin y ya llegarán los balances, así los económicos como de cualquier otra índole, pero lo que hay es un ganador de esta Euroliga 2018/19, un ganador que quedará ligado a la Final Four de Gasteiz, y ese no es otro que el CSKA de Moscú, sumando su octavo entorchado –y el segundo con Dmitris Itoudis de entrenador jefe, que mantiene su «100% de éxito ante equipos turcos en finales de Euroliga»–. El MVP de la finalísima –entregado nada menos por el Chapu Nocioni– ha sido Will Clyburn, después de que la noche del sábado el checo Jan Vesely fuera elegido Jugador Más Valioso de la Euroliga 2018/19. Theo Papaloukas, presente como uno de los muchos exjugadores más emblemáticos tanto del CSKA como del basket europeo, ha definido a un medio moscovita antes de la final «para el CSKA, solo vale ganar; el resto no vale de nada», quizá por eso se entiendan mejor las lágrimas emocionadísimas de Itoudis, capaz de saltarse el cordón policial para abrazar a su familia.

¡Viva el espectáculo!

La final ha arrancado con sendos triples de Anderson y Kurbanov, un quiebro tremendo de Larkin a Hackett y el CSKA atacando a Larkin en el poste bajo; como para verlo comiendo palomitas y volver a ser niño. La primera renta moscovita ha sido un triple de Higgins para el 14-15, mientras Zurbano ha estado dividiendo la contemplación del partido con los ánimos a Efes.

Pero no han tardado los de Itoudis en escaparse, 17-24, debido a un parcial de 3-9. Los desequilibrios que han logrado los rusos crear sobre Larkin les han valido para lograr tiros cómodo que han atinado con un porcentual digno de play off de la NBA. Tanto es así, que Anadolu Efes bastante ha tenido con acabar con menos de diez puntos de desventaja el primer cuarto, 20-29, gracias a un triple que ha encestado Beaubois. Con 30 minutos por delante, las alertas rojas ya se han puesto a sonar en el seno otomano.

Y como para no, porque en el arranque del segundo asalto no menos de cinco lanzamientos de Efes se han salido de dentro, mientras que Higgins, Hines y Sergio rodríguez se han puesto a la tarea de reventar para siempre el partido: 20-34, con el único lunar para los moscovitas de la antideportiva de Hines a Larkin.

La anotación se ha relajado –y las defensas intensificado– y aunque el CSKA de Moscú ha seguido dominando el tempo del partido, Anadolu Efes no le ha perdido la cara al duelo. Motum y Dunston han hecho un gran trabajo en el rebote: 36-41, después de un parcial de 8-0, cerrado con cinco puntos seguidos del croata Krunislav Simon. Los de Ataman han sobrevivido, logrando hacer revivir a la grada e incluso frenar un par sde ataques de un CSKA que ha frenado su ritmo y hasta ha podido rematar el final de cuarto sacando tres tiros libres para Larkin –14 tantos al descanso, por 13 de Higgins, aunque el más valorado ha sido Bryant Dunston, con 16– justo sobre la bocina: 42-44.

Un triple y un robo del «rey gitano» Simon ha puesto fugazmente por delante a los otomanos, pero en esas se ha movido Nando De Colo para devolver la calma a la escuadra rusa, per a costa de cometer la tercera falta, igual que Dunston en el bando rival, que ha picado en una finta de Higgins y se ha comido la cuarta con 16 minutos y medios para terminar la final.

El CSKA ha sacado el rodillo otra vez. Un triple de Clyburn y un «dos más uno» de Hines han vuelto a darle una renta de ocho puntos, 49-57, mientras que Moerman y Pleiss no han podido dar la réplica interior de Efes para mantener el pulso. Ha tenido que ser Larkin quien ha acudido al rescate con un triplazo, respondido por Higgins y Clyburn casi a la siguiente jugada: 52-63.

Un retorno casi eterno

No le ha quedado otra a Ergin Ataman que pedir tiempo muerto y devolver a Dunston pese a sus problemas de faltas, ante la blandura excesiva de Pleiss. Sin Sergio Rodríguez ni De Colo, y con un gran trabajo de Hackett, los de Itoudis se han marchado 54-68, pero un mal regreso del «Chacho» lo ha podido usar el conjunto «europeo» de Estambul para ejercitar el eterno retorno con un parcial de 8-0, cerrando el tercer cuarto con 62-68, gracias a un robo de Micic y un triplazo de Larkin sobre la bocina.

El propio base grancanario ha abierto el período final con un triplazo marca de la casa, seguido de un dudoso «dos más uno» de Hackett sobre Simon, para establecer el 64-73. Ataman, por su parte, ha decidido dar un respiro a un Micic oscurecido por el peso de la final, y el invento le ha vuelto a salir, porque entre Larkin y Dunston se han vuelto a meter, 69-73, finalizando el momento de juego con un pick'n roll cerrado por el pívot con un matazo.

Y en estas, ha regresado De Colo y se ha vuelto a estirar el CSKA de Moscú, 71-80, y técnica a un iracundo Ergin Ataman, mientras que Shane Larkin ha tenido que salir del parqué para que le masajearan uno de sus gemelos, cargado ya después de tantos y tantos esfuerzos. El partido ha empezado a agotarse, y ni un triple de Simon para establecer el 74-83 ha logrado levantar una grada que ha querido, pero ha empezado a rendirse a la evidencia. Y con todo, Efes ha vuelto a meterse gracias a un triple de Micic: 77-83.

Tres minutos para terminarse la Final Four y al fin ha llegado el primer conato de nervios en el bando ruso, al punto de que el CSKA también ha caído en el bonus de faltas. Para fortuna rusa, el siguiente ataque turco ha sido un horrible pase a Larkin que ha terminado en campo atrás. Pero tras una canasta de Clyburn, Hackett ha cometido una antideportiva sobre Dunston –en el alambre–, que ha servido para que los otomanos se hayan arrimado a cuatro, 81-85, después de romper a De Colo.

No obstante, el CSKA no ha permitido más retornos. Efes ha tenido, con 81-87, varias opciones de canasta, pero las prisas les han podido. Y la hinchada de Fenerbahçe, desenvainando los alfanjes, han cambiado de camisa, poniendo verde a Ergin Ataman, que se ha encarado con la afición, dándole un toque surrealista al final dela finalísima, aunque la sangre no ha llegado al Zadorra ni a los humedales de Salburua. Dos tiros libres de De Colo a 12 segundos le han puesto el punto final a un duelo que le ha puesto el sello más digno a la Final Four Gasteiz 2019.

El Real Madrid acaba tercero

La jornada ha comenzado con la reedición de la finalísima de Belgrado 2018… pero para la tercera plaza, entre Fenerbahçe y Real Madrid, con triunfo merengue por 75-94. Los merengues, pese a alinear a jugadores como Reyes o Carroll, que apenas dispusieron de minutos en semifinales –Reyes en concreto, no jugó– se han escapado con facilidad ante un rival frío, por mucho que haya estado alentado por su numerosa afición. Se ha ido calentando de a poco y un Buesa Arena cada vez más turco se ha decantado claramente por los gualdinegros, que cuando se han adelantado por 32-31 merced a un triple de Melli, ha estallado como si fuera la canasta de la victoria, preludio de alcanzar el descanso con un 40-38 en favor de los de Obradovic, con Sloukas, Melli y Guduric como principales baluartes otomanos.

Sin embargo, el Real Madrid le ha puesto bastante más empeño que un Fenerbahçe en el que Obradovic ha decidido dosificar muy mucho a Vesely, llegando a utilizar a Melli como sustituto de Duverioglu en el puesto de pívot puro. Y a partir de ese agujero se ha escapado el cuadro merengue, con una conexión entre Campazzo –que ha repartido ¡15! asistencias– y Ayón que ha dado pingües beneficios para los de Laso, más la buena mano de Causeur y Thompkins. Para más inri para los de Obradovic, Eric Green se retiró lesionado, según se comenta con el tendón de Aquiles tocado. Total, que después de romper el partido entre el final del tercer cuarto y el arranque del último, el Real Madrid ha completado el podio final de Gasteiz 2019.

A modo de epílogo, la jornada dominical ha empezado con la final del torneo u18 el Real Madrid ha cumplido los pronósticos superando por un claro 76-95 al Mega Bemax de Belgrado. el serbio Mario Nakic, una de las promesas merengues, ha sido designado MVP.