Arnaitz Gorriti

Los Warriors sacrifican su salud pero salvan el primer match ball (105-106)

Adiós a Kevin Durant, lesionado el día de su regreso. Adiós a Looney, lesionado en el último cuarto, pero victoria de los californianos, con 31 puntos de Curry y 26 de Klay Thompson, que ponen el 3-2 y la incertidumbre en la Final de la NBA.

Arropado por sus compañeros y consolado por los rivales, Kevin Durant ha terminado las Finales de la NBA antes de hora, lesionado. (CLAUS ANDERSEN / AFP PHOTO)
Arropado por sus compañeros y consolado por los rivales, Kevin Durant ha terminado las Finales de la NBA antes de hora, lesionado. (CLAUS ANDERSEN / AFP PHOTO)

«No se debe subestimar el corazón de un campeón», dijo Rudy Tomjanovich, a la sazón técnico de los Houston Rockets, cuando la franquicia texana obtenía, en 1995, el segundo anillo de campeón de la NBA de su historia, levantando un 1-3 adverso en las Semifinales de Conferencia ante los Phoenix Suns.

Por aquellas fechas veía la luz la franquicia de los Toronto Raptors, con un futuro ex del Baskonia –en calidad de entrenador– como Zan Tabak, que cambió el banquillo de los Rockets –gajes de ser el suplente de Olajuwon– al parqué de los Raptors, en los primeros pasos de una franquicia ha desperdiciado su primera gran oportunidad de estrenarse como ganador del anillo, tras caer por 105-106 ante unos Golden State Warriors que, con todo, han sacrificado la salud para poner el 3-2 en la eliminatoria.

Kevin Durant se ha vuelto a resentir de su maltrecha pierna el día de su retorno y Looney también ha abandonado el partido lesionado. Para más inri, un enrachado Kahwi Leonard ha encadenado 10 puntos en el último cuarto, adelantando a la franquicia canadiense 103-97 a menos de cuatro minutos para el final. No obstante, entre Klay Thompson, autor de siete triples, incluyendo el que ha supuesto el 103-106, más un Stephen Curry autor de 31 tantos, los californianos han levantado este primer match ball, superando a su vez la congoja del buzzer beater que ha fallado Kyle Lowry –sumamente atolondrado en esos instantes finales–.

Los Golden State Warriors han demostrado que siguen siendo los vigentes campeones y que eso no es así por capricho divino. La Final regresa a Oakland, a una cancha como el Oracle Arena que, ahora sí, verá –en la madrugada del jueves al viernes en Euskal Herria– el último partido de la franquicia antes de que se mueva a la vecina San Francisco. Los Raptors siguen teniendo el triunfo en la mano, pero habrá que ver si sabrán sobreponerse a este golpe, porque en lo que respecta a los Warriors, es obvio que no se rendirán, y es que no conviene subestimar el corazón de un campeón.

Hola Durant; adiós Durant

La vuelta a la desesperada de Kevin Durant ha sido la gran novedad de unos Warriors entre la espada y la pared. Lo cierto es que «Durantula», MVP de las dos últimas Finales, poco más ha podido hacer. Ha sido un pilar en el poderoso arranque de unos Warriors que se han adelantado 28-34 en el primer cuarto, con dos triples sin fallo a modo de declaración de intenciones, pero poco después de que empezara el segundo período, cuando ha empezado a realizar una penetración, Durant se ha tirado al suelo dolorido, agarrándose no ya la zona del gemelo, sino del talón, por lo que se teme, como han demostrado las pruebas preliminares posteriores, que tiene el tendón de Aquiles tocado.

En total, el alero estrella de los Warriors se ha retirado con 11 puntos, dos rebotes y un tapón. Por cierto, cegados quizá por las ansias del anillo, los espectadores del Scotiabank Arena han empezado a aplaudir la mala pata de Durant, hasta que Serge Ibaka y Kyle Lowry han reconducido a los hinchas a practicar un poco el fair play. No todo vale.

Y sin embargo, ahí han emergido los «Splash Brothers». Stephen Curry se ha ido hasta los 31 puntos, mientras que Klay Thompson ha firmado 26, con siete triples en su planilla. De su mano, y ante unos Raptors que claramente han notado cierto mal de altura, los vigentes campeones han llevado la iniciativa en el marcador durante todo el partido, aunque no han conseguido romperlo. En esos primeros instantes, ante el atolondramiento de sus compañeros, ha tenido que ser Marc Gasol el que ha tirado del carro canadiense, anotando 10 de sus 17 puntos en ese primer asalto.

Ejemplo del mal de altura que ha afectado sin duda a los Raptors, ha sido la lesión de Durant. En lugar de respirar aliviados y tomar el toro por los cuernos, los discípulos de Nick Nurse se han bloqueado, llegando a ponerse 11 puntos abajo ante unos Warriors sin nada ya que perder. Han tenido que llegar los primeros puntos de Kahwi Leonard y Siakam para, al menos, mantener la compostura y llegar al receso con solo seis puntos de desventaja, 56-62.

Luchando contra la Historia

Desde que se fundara la NBA en 1946 –aunque con la nomenclatura del Basketball Asociation of America (BAA)–, el título liguero no ha salido jamás de la frontera de los Estados Unidos. Asimismo, Toronto vive un particular gafe con sus equipos deportivos, ya que en los tres principales deportes del país, como son el hockey sobre hielo, el baseball y el baloncesto, desde que en 1993 los Blue Jays, el equipo de baseball de la American League ganara su segunda y última Serie Mundial contra los Filadelfia Phillies.

Por ende, y con la presión añadida de la propia afición de «The North», que ha tomado posiciones en el «Jurassic Park», en los aledaños del Scotiabank Arena, hasta ¡dos días antes de este quinto partido!, los Raptors han tenido que bregar contra un vértigo que ha limitado su habitual fluidez ofensiva, al punto de abusar de los aclarados para triples –8 de 32, frente al ¡20 de 42! de los Warriors–, olvidándose de su buen juego de pases –19 asistencias, por 27 de los californianos–. Con todo, y con Serge Ibaka echando una mano –15 puntos para el pívot hispano-congoleño–, los locales han aguantado el tirón, manteniéndose a una distancia prudencial al final del tercer asalto: 78-84.

Todo ha podido cambiar con el último período. Kevon Looney también ha caído –se comenta que ha sufrido un desgarro muscular en el pecho– y en la franquicia canadiense ha emergido el mejor Kahwi Leonard. Autor de 14 puntos en los tres primeros cuartos, el ex de los Spurs ha dado un paso adelante, anotando 12 puntos en el último período, 10 de ellos de forma consecutiva para, al fin, poner a los de Nick Nurse por delante, 103-97, ante unos Warriors con síntomas de estar a punto de abandonar la pelea.

Sin embargo, a petición de Kyle Lowry, los Raptors han parado el juego con un tiempo muerto, a 3.05 del final. Justo lo que necesitaba Steve Kerr para reordenar a sus muchachos, que en ese último tramo han sobrevivido a base de unos pocos puntos de Draymond Green y su propio deseo defensivo y reboteador, mientras que en ataque Curry ha ido tomando tiros cada vez más difíciles, al tiempo que Iguodala ha sorprendido al renunciar a tiros totalmente liberados. Pero tras ese tiempo muerto, los canadienses han parado su propio juego deliberadamente, una suerte de intención de dormir el partido ante unos Warriors que se han agarrado a ese miedo a ganar del rival para voltear el partido.

¿Y qué mejor modo de que los Warriors levantes un partido si no es a triples de los «Splash Brothers»? Dos de Klay Thompson y uno de Stephen Curry han supuesto un parcial de 0-9 con el que los Warriors han superado a unos ofuscados Raptors que, después de varios ataques infructuosos y sin convicción –como una penetración de Marc Gasol bien frenada por Draymond Green, en el que el de Sant Boi ha peleado más por cobrar la falta que por sumar una canasta–, han tenido que apelar a la defensa y a la épica para poder volver a tener opciones.

A 30 segundos del final y con 103-106, un trap defensivo ha cazado a Draymond Green en renuncio, que ha cometido campo atrás, para que, acto seguido, Lowry haya anotado el 105-106 a la postre definitivo. Más aún, los canadienses han conseguido tener la bola para llevarse la Final de la NBA después de que DeMarcus Cousins –mejor que otros días, pero sufriendo en defensa y los rigores arbitrales– haya cometido una absurda falta en ataque por moverse en el bloqueo. Podía haber acabado ahí la serie, pero Andre Iguodala ha estado magnífico en su defensa a Kahwi Leonard, y el tiro esquinado de Lowry sobre la bocina se ha quedado bien lejos de encontrar la canasta. Total, 105-106 y la Final que regresa al Oracle Arena de Oakland, con un peligroso 3-2 para unos Raptors que deberán pelear ante un rival mermado pero que nada tiene que perder, pero que sobre todo deberán ahuyentar a sus propios fantasmas.

Kevin Durant, tocado del tendón de Aquiles

Como se temía desde un primer momento, la lesión de Kevin Durant ha afectado el tendón de Aquiles de su pierna derecha, a falta de que en las próximas 24 horas se le haga una resonancia magnética al alero de los Warriors para ver el alcance real de su lesión.

El médico de la franquicia californiana, Bob Myers, ha emitido una conferencia de prensa al respecto, dejando claro que esta segunda lesión de Durant nada tiene que ver con sus problemas en el gemelo que le han impedido tomar parte en las Finales hasta este quinto encuentro. «Se le dio luz verde para volver a jugar después de consultar con varios especialistas e intercambiar pareceres entre todos nosotros. No creo que haya que culpar a nadie por esta nueva lesión», ha comentado.

Durant no ha vuelto a la cancha después de caer lesionado en los primeros compases del segundo cuarto y ha abandonado el Scotiabank Arena con muletas y calzando una bota protectora. A falta de conocer con exactitud la gravedad de su lesión, no parece que el alero estrella de los Warriors vaya a poder jugar el sexto partido, a disputarse en la madrugada del jueves al viernes en Euskal Herria, ni un eventual partido de desempate. En caso de rotura del tendón de Aquiles, Durant podría pasarse en blanco toda la temporada 2019/20.

«Ha sido una victoria increíble, pero al mismo tiempo es una terrible pérdida para nosotros», ha confesado tras el encuentro el técnico Steve Kerr, al tiempo que un disgustado Klay Thompson ha añadido que «hemos intentado ganar este partido por él. No es plato de gusto ver cómo ha trabajado para recuperarse y competir junto a nosotros, para que luego le haya tenido que pasar esto. Honestamente, se hace hasta duro celebrar esta victoria»

El propio Stephen Curry ha comentado el triunfo de los suyos en parecidos términos, dejando las Finales en segundo plano. «La vida es más importante que un partido de baloncesto. Kevin nos ha dado todo lo que tenía y se ha sacrificado por nosotros. Me siento verdaderamente mal por él», ha reconocido.

Tony Parker anuncia su retirada

En otro orden de cosas, horas antes del quinto partido de la Final de la NBA, Tony Parker, histórico base de los San Antonio Spurs, con quienes ganó el anillo de la NBA en 2003, 2005, 2007 y 2014, siendo elegido MVP de la Final de 2007, primer europeo en recibir esta distinción, usaba las redes sociales para, a sus 37 años, anunciar su retirada.

En un mensaje a través de su cuenta personal de Twitter Parker, que ha renunciado a un año de contrato garantizado con los Charlotte Hornets, camiseta que ha defendido en esta campaña 2018/19, ha escrito «Con mucha emoción me retiro del baloncesto, ¡fue un viaje increíble! Incluso en mis sueños más imposibles, nunca pensé que viviría todos esos momentos increíbles con la NBA y la selección de Francia. Gracias a todos por lo que me permitieron vivir».

Los Spurs eligieron a Parker con la selección número 28 en el draft de 2001, siendo uno de los «robos» –término que se emplea por los jugadores que ofrecen un rendimiento mejor de lo esperado cuando se les recluta– de aquella hornada. Parker disputó 1.254 partidos de temporada regular y consiguió promedios de 15,5 puntos; 5,6 asistencias y 2,7 rebotes, además de conseguir cuatro títulos de liga con los Spurs, formando un peculiar «Big Three» internacional junto al escolta argentino Manu Ginóbili y al pívot Tim Ducan, ambos retirados antes que el base galo.

Parker ha sido seleccionado seis veces al primer equipo All-NBA y tras dejar a los Spurs en la temporada 2017/18 fichó con los Hornets. Asimismo, es el principal accionista del Villeurbane, club que ha recibido la invitación para disputar la próxima campaña de la Euroliga, que verá cómo su número de equipos va a crecer de los 16 actuales a los 18 clubes participantes.