koldo landaluze

Laura Aymerich, seis cuerdas de emoción en la música de Lluís Llach

La artista catalana Laura Aymerich falleció ayer viernes a la edad de 78 años. Siempre vinculada a la carrera de Lluís Llach –quien la definió como «amiga, hermana y cómplice»–, también desarrolló su labor musical en diferentes ámbitos de la guitarra clásica.

‘Laura’ figura como una de las canciones más emotivas e íntimas de Lluís Llach. Un tema que en su repertorio adquirió ese tipo de universalidad que nace de las pulsaciones que tendemos a relacionar con la complicidad. En la trastienda y acordes de ‘Laura’ asoma una mujer, Laura Aymerich, la constante pulsadora de compases que siempre acompañó a Llach con su guitarra, desde sus comienzos, durante su exilio y hasta finalizar su carrera conjunta.

Cuentan las crónicas que días antes de subir a un escenario, el cantautor de Girona, le entregó a Laura un partitura que acababa de componer y que, a pesar de no haber sido ensayada, debía ser interpretada. La misteriosa canción no tenía letra lo cual suscitó una gran curiosidad en la guitarrista.

El enigma se resolvió días más tarde. En mitad de un concierto, Llach abordó los primeros compases de esa misteriosa canción en la que Laura se reconoció de inmediato en cuanto la música llegó finalmente acompañada por la letra. Ocurrió en el transcurso de un solo de guitarra que no pùdo ser finalizado porque Laura Almerich fue sacudida por la emoción. Todo ello cobró forma un 6 de julio de 1985 y en la mastodóntica escenografía de un Camp Nou abarrotado.

Vínculos con la música medieval

Nacida en Barcelona el 3 de julio de 1940, Laura Aymerich cursó estudios de piano en el conservatorio de la capital catalana y posteriormente hizo la carrera de guitarra con el maestro Tarragó. Conoció a Llach en diciembre de 1969 y desde entonces compartió junto a él y durante 38 años, innumerables actuaciones y hasta su retirada en 2007. Además de ‘Laura’, el trovador de Verges le dedicó otro tema, ‘Roses blanques’.

Además de su ruta compartida junto a Llach –quien siempre la consideró su hermana, amiga y cómplice–, Aymerich fue una de las componentes del grupo de música medieval y renacentista Ars Musicae y fundadora del Quartet Tarragó. Además de la guitarra clásica, también tocaba el acordeón, el piano, la marimba y la viola de roda.

Siguió vinculada a Llach en la Fundación Lluís Llach y acompañó a su amigo, cómplice y hermano en las diferentes conferencias que el cantautor realizó en torno al 'proces de Catalunya'.