El mismo día en que tomó posesión de su cargo como presidente de EEUU, Donald Trump presentó los papeles para ser candidato en 2020 y se puso a recaudar fondos, pero no será hasta el martes cuando lance oficialmente su carrera a la reelección. Lo hará con un gran mitin en Orlando, para el día siguiente asistir a un acto de recaudación de fondos en un club de su propiedad en Doral, el condado de Miami-Dade.

Más que intentar captar nuevos votantes, algo difícil con los índices de popularidad por debajo del 50% en los estados donde ganó, el presidente, que no parece que vaya a tener rival de cara a las primarias del Partido Republicano, intentará movilizar a su base con los mismos temas que en 2016, pero con una campaña más profesional.

MIentras, miembros del Partido Demócrata y ciudadanos piden que el presidente sea sometido a un proceso de juicio político. El sábado realizaron un acto en ese sentido en Nueva York.

Una elección que no es casual
La elección de Florida para el arranque de campaña no es casual, ya que por su peso democráfico tiene una gran influencia en el camino a la Casa Blanca y su resultado suele ser impredecible. En 2016, Trump le ganó a la demócrata Hillary Clinton en Florida por solo 1,2 puntos, mientras que cuatro años antes Barack Obama, que buscaba la reelección, derrotó al republicano Mitt Romney en este estado por 0,9 puntos.

De momento, el registro de votantes, que estará abierto hasta 29 días antes de las elecciones del 3 de noviembre de 2020, muestra por ahora que la votación en Florida de nuevo será reñida. Hasta abril pasado se habían registrado 4,9 millones de personas como votantes demócratas, 4,7 millones como republicanos y 3,6 millones como independientes.

Por eso, Florida, y más en concreto Miami, ha sido escogido para el primer y nutrido debate público de los aspirantes a la nominación por el Partido Demócrata, los días 26 y 27 de junio, y que servirá para presentarles ante el gran público.

Una encuesta de la Florida Atlantic University muestra que la popularidad de Trump está en alza en Florida, pues pasó de un 41% de aprobación en febrero pasado a un 47% en mayo, mientras el porcentaje de los que desaprueban su gestión bajó del 46% al 44%.

De cara a las elecciones de 2020, el hoy presidente y el exvicepresidente Joe Biden están empatados en intenciones de voto en «el estado del sol», pero Trump les saca ventaja al resto de la veintena de aspirantes demócratas.

Pero a nivel nacional, y en otros estados clave hasta ahora republicanos como Michigan, Pensilvania o Texas, la última encuesta de la Universidad de Quinnipiac, un referente, le coloca por detrás de los candidatos demócratas, tendencia que parecen apuntar también sondeos internos que maneja su equipo de campaña