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BARAKALDO

Casi 800 kilos de residuos recogidos en la ribera del Castaños

Más de 70 personas han acudido a la jornada de voluntariado para la limpieza del río Castaños convocada por los colectivos ecologistas Eguzki, Ekologistak Martxan y la plataforma en la que ambos participan, Barakaldo Naturala. El resultado, casi 800 kilos de residuos de todo tipo retirados de la ribera del río.

Limpiaron una zona de 500 metros del río Castaños, entre la presa del pantano y el Parque Tellaetxe. (Barakaldo Naturala)
Limpiaron una zona de 500 metros del río Castaños, entre la presa del pantano y el Parque Tellaetxe. (Barakaldo Naturala)

Plásticos, vidrios, ruedas, restos de obra, baterías… Casi 800 kilos de residuos fueron recogidos ayer en la ribera del río Castaños por más de 70 participantes en la jornada convocada por Barakaldo Naturala. El objetivo fue tomar conciencia de que los ríos son fuente de vida y de salud.

Según cuentan en su blog, retiraron casi 800 kilos de residuos de todo tipo de la ribera del río que es hábitat de una especie emblémática de Barakaldo y, a la vez, está incluida en el catálogo de especies amenazadas a preservar: el pez Espinoso.

La jornada comenzó a las 9.30, con la intervención de Barakaldo Naturala, explicando qué es la plataforma y los objetivos perseguidos con esta convocatoria. A continuación, un técnico de la Agencia Vasca del Agua-URA hizo hincapié en la importancia del agua para la biodiversidad y, por consiguiente, de los cauces fluviales, el valor de mantenerlos en condiciones óptimas y las graves afecciones que conlleva su contaminación.

La jornada en datos

Participaron 71 personas en una zona de 500 metros del río Castaños, entre la presa del pantano y el Parque Tellaetxe. Retiraron 157 kilos de materiales plásticos y 294 de materiales varios: vídrio, cartón, elementos metálicos pequeños...

Otros 400 kilos recogidos fueron ruedas, carros de compra, hormigón, altavoces, baterías de coches, tapa de arqueta, bidones...

Declararon que tan importante cantidad de residuos generó sorpresa entre todas las participantes y, al mismo tiempo, les hizo tomar aún más conciencia de la riqueza natural del valle de El Regato y la necesidad de protegerla, tanto de hábitos incívicos, como de infraestructuras de gran impacto medioambiental, como el vertedero de tierras procedentes del acceso del TAV a Bilbo o la Variante Sur Ferroviaria.

Finalizaron esta jornada de conexión con el entorno natural con la degustación de uno de los frutos que les ha ofrecido desde siempre, las cerezas y, por supuesto, con una foto de grupo.