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Bolsonaro revoca el decreto sobre tenencia y comercialización de armas de fuego

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se ha visto obligado a dar un paso atrás en su política de «armas para todos» y revocar un decreto que facilitaba la tenencia y comercialización de armas de fuego, presionado por el poder judicial, el Parlamento y la opinión pública.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en un acto religioso evangélico. (Miguel SCHINCARIOL/AFP)
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, en un acto religioso evangélico. (Miguel SCHINCARIOL/AFP)

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha revocado este martes un polémico decreto ejecutivo con el que facilitaba la tenencia y la comercialización de las armas de fuego.

Bolsonaro puso en marcha su política de «armas para todos» con un decreto que promulgó el pasado 15 de enero, apenas dos semanas después de llegar al Palacio de Planalto, para facilitar la compra, el registro y la tenencia de armas, cumpliendo así una de sus principales promesas electorales.

El 7 de mayo, dio un paso más con otro decreto que flexibilizaba las normas para la posesión, el porte y la comercialización para tiradores deportivos, cazadores y coleccionistas de modo que puedan transitar con el arma cargada y puedan comprar hasta mil cartuchos anuales.

La Procuraduría General cuestionó la constitucionalidad del último decreto por considerar que Bolsonaro no puede modificar con una orden ejecutiva medidas reguladas por ley, apelando también a la necesidad de que haya «una discusión pública». El Congreso y más de una decena de gobernadores criticaron igualmente el decreto.

Así las cosas, el Gobierno difundió el 21 de mayo un nuevo decreto para enmendar el del día 7 de ese mismo mes, reconociendo que lo hacía «a partir de los cuestionamientos realizados por parte del Poder Judicial, del Poder Legislativo y de la sociedad en general».

El mayor cambio era que prohibía la tenencia de fusiles, carabinas y escopetas por parte de «ciudadanos comunes», que anteriormente había justificado por la necesidad de «autodefensa». No obstante, las mantenía para los «pobladores rurales» que se encuentren «en justa posesión» de la tierra para defenderla de ocupaciones.

Este martes, el Gobierno ha revocado directamente el decreto en cuestión, a pesar de que horas antes el portavoz presidencial, Otavio Rego Barros, había asegurado que no lo harían a la espera de que concluyera la tramitación parlamentaria, según informa la Agencia Brasil.

Cambio en el Estatuto de Desarme

Hace una semana, el Senado ya tumbó el decreto ejecutivo. Estaba previsto que la Cámara de Diputados se pronunciara en los próximos días, tras lo cual la controvertida medida quedaría en manos del Tribunal Supremo Federal (TSJ) para estudiar su constitucionalidad.

No obstante, al mismo tiempo que ha revocado este decreto, el Gobierno ha enviado un proyecto de ley al Congreso para modificar el Estatuto de Desarme. El jefe de Gabinete, Onyx Lorenzoni, y el secretario general de la Presidencia, Jorge Oliveira, han ido personalmente al Parlamento para entregarlo.

La política de armas de Bolsonaro ha suscitado un gran polémica en un país que en 2017 batió récord de homicidios, con una media de siete por hora. De acuerdo con un sondeo de Datafolha citado por “O Globo”, seis de cada diez brasileños creen que las armas de fuego deberían prohibirse.