Borrell ha aprovechado su presencia en una reunión de la OTAN en Bruselas para acudir a la sede del Parlamento Europeo y hacer oficial su renuncia al escaño que había obtenido en las pasadas elecciones del 26 de mayo.

El PSOE ganó esos comicios con el 32,84% de los votos, y un mes después su cabeza de lista anuncia que no va a cumplir con el cargo. 

Borrell ha argumentado que «hay mucha incertidumbre sobre cuándo y cómo se podrá producir la investidura» de Pedro Sánchez, por lo que «las actuales circunstancias políticas tanto en España como en Europa han hecho pensar al presidente del Gobierno y a mí mismo que no era muy razonable que el puesto de ministro de Asuntos Exteriores quedara vacante durante un tiempo indefinido». 

«Si las expectativas de una formación de un Gobierno a través de una investidura fueran más ciertas en el corto plazo, posiblemente la decisión hubiera sido otra», ha añadido.

Interrogado sobre si descarta ser comisario, ha recalcado que no se trata de renunciar «a nada que no se tiene», y ha recordado que no hace falta ser miembro de la Eurocámara para formar parte «hipotéticamente» del Ejecutivo comunitario. «En cambio, sí había una incompatibilidad absoluta entre seguir siendo ministro y asumir el puesto de eurodiputado».

Desde la bancada de enfrente, la eurodiputada del PP Dolors Montserrat ha denunciado que «todo ha sido un paripé y una estafa para rascar votos. El ministro que ha permitido la reapertura de las falsas embajadas, sigue en el Gobierno». Ha recordado que ya en campaña defendió que «Borrell tenía que dimitir como ministro al ser candidato del Parlamento Europeo» y «se negó