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Las tumbas del Vaticano donde se buscaba los restos de la menor Emanuela Orlandi están vacías

Las tumbas del Vaticano donde se buscaban los restos de Emanuela Orlandi, la hija de 15 años de un empleado vaticano desaparecida en 1983, han aparecido vacías al ser abiertas esta mañana, para decepción de la familia.

Apertura de una de las tumbas de las princesas en el Vaticano. (Vaticano Media/AFP)
Apertura de una de las tumbas de las princesas en el Vaticano. (Vaticano Media/AFP)

Las tumbas de dos princesas alemanas que se han abierto hoy en un cementerio en el interior del Vaticano para comprobar si esconden los restos de Emanuela Orlandi, la hija de 15 años de un empleado vaticano desaparecida en 1983, están vacías.

Así lo ha explicado la abogada de la familia Orlandi, Laura Sgrò, a los medios tras asistir a la exhumación que había ordenado la Fiscalía vaticana de los restos en la llamada «Tumba del Ángel», en la que estaba enterrada la princesa Sofía von Hohenlohe, fallecida en 1836 y la adyacente, en la que estaba sepultada la princesa Carlotta Federica de Mecklenburgo, que murió en 1840.

Sgró y el hermano de la joven desaparecida, Pietro Orlandi, han mostrado su sorpresa y decepción al comprobar que las dos sepulturas estaban vacías y nadie, tampoco la familia de las dos princesas, estaba al corriente de dónde se encuentran los cuerpos.

Las operaciones para abrir las tumbas han comenzado a las 8.15, supervisadas por el promotor de Justicia del Vaticano, Gian Piero Milano, y llevadas a cabo por 15 personas. Además de los obreros, encargados de romper y reponer las lápidas, han estado presentes varios agentes de la Gendarmería vaticana, los abogados de las partes, familiares de Emanuela Orlandi y el académico forense profesor Giovanni Arcudi, quien se debía encargar de analizar los restos.

En caso de que se hubieran encontrado restos que no correspondieran a las princesas germanas titulares de las tumbas se habría procedido a una identificación odontológica para rastrear la edad, según el profesor. También se preveía un análisis de ADN.

Emanuela Orlandi tenía 15 años cuando el 22 de junio de 1983 desapareció sin dejar rastro a la salida de una clase de música en la Plaza de San Apolinar, en el centro de Roma.

Teorías

La desaparición de la menor levantó teorías de conspiración que van desde grupos mafiosos hasta grupos de poder, incluido el Vaticano.

Algunas hipótesis que no llegaron a ser confirmadas por la Justicia italiana apuntaban a que la joven podía haber sido secuestrada por un grupo extremista turco para pedir la liberación de Ali Agca, encarcelado entonces por haber atentado contra el papa Juan Pablo II en 1981.

Otras teorías sugerían que Orlandi fue víctima de una red pedófila detrás de la cual se encontrarían altos jerarcas de la Iglesia.

La Fiscalía de Roma investigó también la presunta relación del caso con la Banda de la Magliana, la organización criminal que sembró el terror en la capital italiana durante los años de plomo.

La Secretaría de Estado de la Santa Sede autorizó en abril de 2018 la apertura de la investigación. En ese contexto, la familia de Orlandi pidió al Vaticano que investigase una de las tumbas del cementerio teutónico, alrededor de la cual circulaban rumores en el Vaticano desde hace años. De hecho, la familia había recibido una carta anónima con una foto de una sepultura y una frase escrita: «Busque donde indica el ángel»

En el cementerio teutónico próximo a la Plaza de San Pedro se encuentra una estatua de un ángel que sostiene una sábana con el texto en latín ‘Requiescat in pace’, mientras que en la lápida hay una inscripción dedicada a la princesa Sofía y al príncipe Gustavo von Hohenlohe, que en 1857 fue nombrado arzobispo por el papa Pío IX.

El hermano de la joven explicó entonces que además de pedir la apertura de la sepultura, la familia solicitó a la Santa Sede documentos relativos al caso y la posibilidad de escuchar a algunos cardenales.