Último hoyo. Segundo golpe. Shane Lowry golpeaba la bola y la acercaba muchísimo al hoyo, aunque fuera del «green». Daba igual. El irlandés sonreía y levantaba los brazos a modo de campeón porque ya no se le podía escapar el British Open. Después ha necesitado dos golpes más para demostrar haber sido el golfista más regular en el British Open y se ha adjudicado una gran victoria superando con claridad a sus adversarios. El más cercano al irlandés ha sido el inglés Tommy Fleetwood, que ha acabado a seis golpes del vencedor con -9.
Lowry se lleva el trofeo del British Open al completar una tarjeta final de 72 para un total de 269 impactos el fin de semana (67+67+63+72) y 15 bajo par. Hoy ha hecho cuatro «birdies» por cinco «bogeys».
Su gran triunfo se ha basado en la regularidad y la jornada del sábado fue clave. Con un resultado acumulado de -16 logrado ese día, el jugador del sur de Irlanda batió por un golpe el récord de 198 en 54 hoyos en manos desde 1996 del estadounidense Tom Lehman y desbancó del primer puesto al líder de las dos primeras jornadas, el estadounidense JB Holmes, que solo logró restarse dos golpes y acabó la jornada del sábado con -10.
Mientras tanto, Jon Rahm ha cerrado su particación con un meritorio 11º puesto, tres bajo par, después de un total de 281 golpes durante las cuatro jornadas disputadas (68+70+68+75), en las que el donostiarra Adrián Otaegui y el baionarra Mike Lorenzo no pasaron el corte del viernes
El de Barrika ha firmado una última tarjeta de 75, la peor de su participación este fin de semana, debido a cinco «bogeys» y un «doble bogey», este en el hoyo 1. Al menos ha podido hacer tres «birdies» para cerrar su buena actuación en Irlanda.