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Gernika

Termina la marcha entre Luhuso y Gernika por los derechos de los presos y presas vascas

Consideran que la movilización ciudadana es clave en la resolución de un conflicto que mayoritariamente afecta a las familias de las presas y presos vascos. Tomando como ejemplo Ipar Euskal Herria, proponen seguir adelante para conseguir también nuevos pasos en Hegoalde y caminar hacia el fin de la dispersión.

Acto final en Gernika. (@sare_herritarra)
Acto final en Gernika. (@sare_herritarra)

La marcha de bicicletas organizada por Sare para reivindicar los derechos humanos de las presas y presos vascos ha terminado en Gernika. En su segunda edición ha conseguido reunir más gente que en la primera. Calculan que durante todo el tiempo habrán estado unas 80-100 personas, y 60 han completado todas las etapas.

Tras realizar una vuelta por la localidad vizcaina, los miembros de Sare, Joseba Azkarraga e Inaxio Oiarzabal, han tomado la palabra en un acto. En el mismo han recordado que con esta marcha han «demostrando que la inmensa mayoría de este país quiere poner fin a la vulneración de los derechos humanos que se aplican sobre las presas y los presos vascos».

Durante los tres días que han pasado pedaleando por diferentes localidades uniendo Luhuso y Gernika, dos símbolos de paz, los participantes han trasladado sus reivindicaciones. A su vez, los ciudadanos de los pueblos por los que pasaban les daban ánimos demostrando que «no estamos solos».

Así, han recordado lo importante que es la sociedad civil «a la hora de mover las estructuras de los estados» y como ejemplo mencionaron que en Luhuso «gentes que habían sido imputadas por intentar avanzar en el camino de la resolución, consiguieron poco tiempo después sentarse en una mesa con el gobierno y con la justicia francesa, y lo que es más importante, consiguieron que un número importante de presos y presas estuviera más cerca de sus lugares de residencia».

En cuanto a Hego Euskal Herria, tienen la prisión de Zaballa como referencia. «Hemos oído que el Estado español tiene intención de modificar la política penitenciaria, pero en la práctica no hemos visto cambios», han indicado subrayando que en el problema de los presos «hay un elemento de política vengativa que se aplica a las familias que recorren cientos y cientos de kilómetros cada semana para visitas de 40 minutos».

«Vamos a revertir esta situación. Hasta ahora hemos trabajado en el ámbito de Euskal Herria. Esta reivindicación hay que llevarla allí donde hay capacidad legislativa para cambiar las cosas, al ámbito europeo y español. Ni un paso atrás, y si lo damos será para coger más fuerza y conseguir los objetivos que nos marcamos hace cinco años, cuando esta red ciudadana dio sus primeros pasos», han terminado.