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Grupos contrarios al TAV culminan las jornadas en Val de Susa (Italia)

Las plataformas contrarias al TAV de Araba y Nafarroa han enviado un comunicado tras participar en un encuentro de cuatro días en Val de Susa donde han compartido experiencias con distintos grupos contrarios a estas infraestructuras en Europa. Insisten en el aprovechamiento de las vías ya existentes. 

Marcha contra el TAV en Val de Susa.
Marcha contra el TAV en Val de Susa.

«Las organizaciones, colectivos y plataformas de Araba y Nafarroa que rechazamos el Tren de Alta Velocidad (TAV) y exigimos que se utilicen otras alternativas que pasan por utilizar los corredores de ferrocarril actuales con las mejoras oportunas queremos denunciar el sinsentido de este tipo de proyectos, convencidos de que el tiempo de grandes obras como el TAV nunca debió existir, siendo necesario encarar el futuro de otro modo», sostiene el comunicado emitido a los medios por los grupos vascos que han acudido al encuentro en Val de Susa. 

Las jornadas en Italia han dudado cuatro días y el balance de los grupos de Euskal Herria es que se ha tratado de una experiencia «muy positiva» y enriquecedora. Se han intercambiado opiniones y estrategias con activistas anarquistas, católicos, comunistas y los propios vecinos del valle de Susa. Y también se ha recabado la opinión de abogados y técnicos medioambientalistas. 

En estos días también tuvo lugar una manifestación que los participantes vascos cifran en más de 10.000 personas. Hubo una marcha de siete horas que llegó hasta el inicio de las obras, derribando la primera de las barreras y que la Policía trató de disolver lanzando botes de humo. La protesta se detuvo en la segunda de las barreras, que estaba protegida por tanquetas de agua, una gran presencia policial y algún vehículo militar. 

En el comunicado final, las distintas plataformas contra el TAV en Euskal Herria subrayan que la construcción del TAV en Araba y Nafarroa «se está realizando sin ningún tipo de informe o estudio que justifique el gran gasto en las cuentas públicas, así como el ataque al medio ambiente y al territorio que se produce sin haber demostrado ninguna rentabilidad social, económica y medioambiental».