Arnaitz Gorriti

El Liverpool se lleva la Supercopa interminable a los penaltis sobre un peleón Chelsea

Empate a uno en el tiempo reglamentario; empate a dos tras la prórroga, y 5-4 para el Liverpool, que ha ganado una agónica Supercopa de Europa sobre un peleón Chelsea. Han podido ganar los dos, pero el penalti parado por Adirán San Miguel sobre Abraham ha decantado la finalísima.

La piña del Liverpool celebra su agónico triunfo en los penaltis de la Supercopa (Ozan KOSE / AFP PHOTO)
La piña del Liverpool celebra su agónico triunfo en los penaltis de la Supercopa (Ozan KOSE / AFP PHOTO)

La Supercopa tiene dueño, aunque ha costado como si hubiera tenido que salir con Fórceps, ya que ha habido alternativas en el marcador para todos los gustos. Un gol de Giroud ha adelantado en el minuto 36 a los de Frank Lampard, con empate a de Sadio Mané nada más arrancar la segunda mitad, para llegar a la prórroga. en el tiempo suplementario parecía que el segundo gol de Mané iba a dar el triunfo a los «Reds», pero Jorginho ha empatado a dos poco después desde el punto de penalti. Y a los penaltis se ha tenido que ir la final de la Supercopa, con triunfo por 5-4 para el Liverpool, con el tiro errado por Abraham.

Con la flamante novedad de la árbitro Stephanie Frappart para impartir justicia –y hacerlo francamente bien, muy bien secundada por sus asistentas, finísimas en las situaciones de fuera de juego–, Liverpool y Chelsea han disputado una final de la Supercopa Europea más inglesa que nunca, aunque el duelo se ha disputado en el estadio del Besiktas, en Estambul. Los de Anfield Road se han afanado a dominar el partido desde el primer momento, obligando a Kepa Arrizabalaga a hacer un par de paradas, que el de Ondarroa ha resuelto con buena colocación. El Cheslea, por su parte, se ha llevado a la boca un remate levemente desviado de Pedro Rodríguez.

A los 15 minutos minutos Mohammed Salah la ha tenido, pero se ha encontrado con un concentrado Kepa para evitar el 1-0, al tiempo que Giroud ha errado el remate en una veloz contra de un Chelsea agazapado pero que ha hecho brillar sus afilados puñales de los extremos. Uno de esos puñales, Pedro Rodríguez, ha rematado de zurda al travesaño, previo roce del cancerbero San Miguel, después de colarse en medio de toda la defensa del Liverpool.

El Chelsea ha empezado a quitarse del agobio de los «Red Devils», pero un córner ha vuelto a poner el miedo en el cuerpo de los de Londres, toda vez que Van Dijk le ha ganado la partida a Kepa, aunque ha cabeceado por encima del larguero. Otro frentazo de Mané de saque de esquina se ha ido colando entre los defensores, pero ahí Arrizabalaga ha placado el balón con seguridad. Adrián San Miguel, portero del Liverpool, también se ha lucido saliendo a los pies de Kovacic después de que el jugador croata estaba a punto de rematar un pase en profundidad de Pedro.

El gol tenía que llegar de un momento a otro, y ha sido obra de Giroud para el Chelsea. Otro pase en profundidad, en este caso de Pulisic, lo ha aprovechado con pierna izquierda Giroud, superando la media salida de San Miguel. Un gol tras una jugada de tiralíneas, preludio de lo que parecía el 0-2, pero que no ha sido porque Pulicis, autor de la jugada del gol, ha arrancado en fuera de juego, en otro acierto del trío femenino arbitral. Un golpe que hubiera podido ser mortal para un Liverpool tocado, pero que ha servido para que los «Reds» hayan reaccionado a base de empuje camino del descanso, que ha llegado con 0-1 en el luminoso.

El factor Firmino

Jürgen Klopp ha dado entrada a Firmino tras el receso, buscando más dinamita arriba, y este ha tomado parte en el gol del empate para ceder el gol a Sadio Mané, que ha conseguido superar a Kepa Arrizabalaga en dos tiempos. Poco después, Fabinho ha rematado fuera por muy poco desde fuera del área después de una buena dejada de Firmino. Poco después, una internada de Emerson ha mostrado a los «Reds» que los de Frank Lampard no se han ido de la final, aunque Kepa se ha tenido que lucir para detener un remate de Henderson que ha desviado un defensor, obligando a corregir al ondarroarra.

Se ha ido diluyendo el factor Firmino y el Chelsea se ha venido arriba, provocando un par de córners y cayendo en varios ajustados fueras de juego, mientras que el Liverpool se ha tenido que defender, bien apoyado en la imponente figura de Van Dijk. Se ha caído el partido en cualto a calidad e intensidad a partir del minuto 60, quuizá por el ritmo previo, quizá por las tempranas fechas de la presente campaña. Y en estas, que el Chelsea ha dado entrada a sus cambios para la recta final del partido, Abraham y Mount, por Giroud y Pulisic.

Y en estas, Kepa Arrizabalaga ha emergido por partida doble y con colaboración del larguero y el poste, para detener a Salah y a Van Dijk a la salida de un córner, cuando el 2-1 ya se cantaba en el Besiktas Park.

Se ha envalentonado el Liverpool y ha asfixiado a un Chelsea que físicamente ha llegado más tocado que su rival al tramo decisivo. Un empujón de Azpilicueta –tarjeta amarilla para el navarro– a Mané ha dado a los de Klopp otra opción pintiparada, y el córner consiguiente lo ha despejado el Chelsea, al punto de que los londinenses han tenido una buena opción de Pedro, rechazado su remate por los «Reds».

Pero el Chelsea ha vuelto a la vida, al punto de que ha marcado un nuevo gol anulado, en este caso Mount, ejecutando a la perfección un pase que ha recibido en fuera de juego. Sadio Mané ha vuelto a tener otra para el 2-1 para el Liverpool, pero también ha rematado fuera de lugar –amén de fuera del marco de Kepa–. Con el partido roto y los jugadores descompuestos, se olía a prórroga, aunque Kourt Zouma ha rematado un córner en el área pequeña que por poco mete el 1-2 para el Chelsea. Un sustito más, antes de que Salah haya rematado demasiado cruzado para llegar al tiempo suplementario con empate a un gol.

Golpes devueltos

Un tiro de Joe Gomez atrapado por Kepa ha sido la primera ocasión del tiempo extra. Solo un entremés ante de que Sadio Mané haya vuelto a batir al meta de Ondarroa –por toda la escuadra–, en una jugada trenzada por el senegalés y Firmino. Minuto 94 y el Chelsea se ha visto con la obligación de remontar, aunque cerca ha estado Abraham de empatar a dos, evitado por un Adrián San Miguel espectacular, pero que un minuto después ha derribado al propio delantero londinense y, previa consulta al VAR, ha visto cómo Jorginho ha empatado desde el punto de penalti.

Poco más tarde Abraham ha estado cerca de acentuar su protagonismo en la prórroga, ya que ha rematado fuera el gran servicio de Pedro. En todo caso, con el 2-2 en el marcador, el partido se ha precipitado por el tobogán de sus 15 minutos finales. Precipitado como el físico del Chelsea, con jugadores como Emerson padeciendo los rigores de los músculos contraídos.

Pero ha sido el cuadro londinense el que la ha tenido por partida doble. Mount se ha encontrado con un tremendo San Miguel, despejando a mano cambiada, mientras que Pedro Rodríguez ha rematado fuera lamiendo el poste después de irse de toda la defensa del Liverpool.

Los de Lampard ha tocado rebato en esos minutos finales, más por fe que por fuerza, y con los jóvenes Mount y Abraham dándole una sensación de peligro tremenda, al tiempo que otras vacas sagradas del Chelsea estaban con la lengua fuera. De hecho, la última ocasión la ha tenido Mount, aunque de nuevo se ha encontrado con un Adrián San Miguel digno suplente de un Alisson Becker ausente por lesión.

Y con el silbato final, el punto fatídico de los penales. Ideal para acabar un largo día a medianoche. Firmino; 1-0 para el Liverpool. Jorginho; 1-1, y volviendo a engañar a San Miguel. Fabinho, medio cojo; 2-1 y con Kepa haciendo de don Tancredo. 2-2 del Chesea. Origi; 3-2, pero a punto de que se la haya parado Kepa. Mason Mount; 3-3 y por toda la escuadra. Alexander-Arnold; 4-3, y otra que se le cuela a Kepa pese a tocarla. Emerson Palmieri, muy cansado, 4-4 por el centro de la portería –y vestiduras rasgadas de los puristas del fútbol; por ahí no. Pues por ahí–. Salah; 5-4, engañando a Kepa. Abraham; parada de San Miguel sacando la pierna al centro, dándole la Supercopa al Liverpool.