Ion SALGADO
GASTEIZ

Balluerka reivindica la autonomía universitaria y apuesta por recabar recursos del sector privado

La rectora de la UPV-EHU, Nekane Balluerka, ha señalado en el acto de apertura de curso que «la universidad debe realizar su labor de docencia e investigación, y también su labor de gestión, sin someterse a una dirección política». 

Acto de apertura de curso en la Facultad de Letras de Gasteiz. (Endika PORTILLO/FOKU)
Acto de apertura de curso en la Facultad de Letras de Gasteiz. (Endika PORTILLO/FOKU)

La rectora de la UPV-EHU, Nekane Balluerka, ha aprovechado la apertura de curso para reivindicar la autonomía universitaria tanto ante instancias públicas como ante entidades privadas. «La universidad debe realizar su labor de docencia e investigación, y también de gestión, sin someterse a una dirección política. Del mismo modo, la universidad ni puede ni debe estar al servicio de intereses económicos o grupos de presión empresariales», ha apuntado.

Y ha recordado que las rectoras y los rectores de otras universidades «venimos solicitando una nueva Ley orgánica de Universidades, que nos dote de de autonomía institucional que, además, debe venir acompañada de una legislación emanada del Estado, más ágil y flexible. Porque, como conocen de primera mano las distintas instancias universitarias, la legislación administrativa vigente es de enorme rigidez, y cada vez que se realizan reformas legislativas en ese ámbito, la rigidez se intensifica».

«Pero la reivindicación y la defensa de las autonomía no nos emplaza en una privilegiada torre de marfil, ni nos exime de responsabilidad. Al contrario, redobla esa responsabilidad: ante las instituciones públicas, que gestionan los recursos de la ciudadanía, y ante el sector privado, con el que colaboramos formando profesionales con calificación y transfiriendo conocimiento», ha señalado Balluerka, antes de apuntar que, «desde esa óptica, para el desarrollo de la universidad pública adquiere pleno sentido recabar también recursos del sector privado, a través de prestación de servicios o contratos de transferencia, sin que ello deba condicionar en modo alguno la independencia de la universidad».

En este sentido, ha destacado que «la colaboración de la universidad con las empresas y con entorno asociativo es una consecuencia natural de su imbricación en una sociedad como la nuestra. Siempre hemos pensado que la financiación de la universidad no debía reducirse a los recursos públicos, y la colaboración con el sector privado no debe afectar al principio básico de autonomía, como no afecta al mismo principio la relación económico-financiera que mantenemos con las administraciones públicas, señaladamente con el Gobierno».

Así, ha manifestado la rectora que la UPV-EHU «debe seguir captando fondos de financiación privada, manteniendo al mismo tiempo sus valores de servicio público. Y digo ‘debe seguir’ porque a lo largo de este mandato ya hemos incrementado en un 29,3% el número de contratos con instituciones y empresas, alcanzando la cifra de 1.300, e incrementando en un 50% el ingreso por licencias de nuestras patentes. En concreto, y solo en el apartado de contratos y licencias, hemos pasado de 8,4 a 9,4 millones de euros de financiación».

«Lo economico y lo ético»

Balluerka ha indicado que «vivimos en una dialéctica constante entre la eficacia económica y la afirmación de valores morales, en tres la productividad y la responsabilidad social». «Vaya por delante que rechazó el presupuesto de que hablar de economía suponga de por sí ausencia de valores morales. Eso sería como aplicar a la química una presunción de toxicidad. Pero es evidente que existe una tensión entre ética y productividad», ha añadido.

«En mi opinión, no puede haber productividad sin valores. O, en otras palabras, la mejor productividad económica incorpora valores éticos, porque sin ellos también quiebra, a medio plazo, cualquier proyecto que quiera ser productivo», ha afirmado, y ha reiterado que «no hay una verdadera contradicción entre lo productivo y lo ético, porque solo la ética garantiza la auténtica productividad».

Según ha explicado Nekane Balluerka, «el mejor ejemplo lo tenemos en el acceso de la mujer a los niveles más altos de la carrera investigadora. Privar a la investigación del 50% de la ciudadanía, impedir que mujeres con talento accedieran a la investigación era, en términos de mera rentabilidad, mantener una investigación muchísimos peor que la que pudiera haber sido. De nuevo, los valores no son un lastre para la productividad, sino su mejor aliado. Y nuestro proyecto educativo quiere mantener esa coherencia en todas las vertientes de la política universitaria  la vamos a impulsar aún más en el futuro».

El acto de inicio de curso ha estado presidido por el lehendakari, Iñigo Urkullu, que ha mostrado su apoyo a «un modelo de universidad vasca propio, acorde a nuestro tiempo, enmarcado en Europa y anclado en Euskadi. Abierto, innovador, transparente en la gestión, conectado y en relación constante con la sociedad».

Movilizaciones sindicales

A su llegada a la Facultad de Letras de Gasteiz, donde ha tenido lugar el acto protocolario, Urkullu ha pasado frente a tres movilizaciones sindicales: la de las trabajadoras de limpieza, la de Ikasle Abertzaleak y la convocada por el sindicato LAB, que ha denunciado que «se mantienen los problemas y la precariedad».

La central abertzale ha censurado la falta de financiación y la temporalidad, que «alcanza el 60% entre las y los trabajadores de la UPV-EHU. En muchos casos llevan cinco, diez o quince años en la UPV-EHU sin haber tenido oportunidad de consolidar el puesto de trabajo». Y ha recordado que a quienes ocupan plazas de profesorado asociado o de sustitución a jornada parcial «únicamente se les abonan la docencia y las tutorías. Entre 400 y 800 euros al mes, en función de la dedicación».

Además, ha criticado que no se garantice el servicio en euskara, así como la «discriminación» a los investigadores e investigadoras temporales, y la participación «muy limitada» de trabajadores y alumnos. «La posibilidad de participación y la incidencia de los diversos colectivos en las discusiones de la UP-EHU son muy limitadas. Además, en lo relativo a representatividad, amplios colectivos están muy minimizados. Foros cerrados e inercias del pasado suplantan frecuentemente la confrontación de ideas», ha añadido.

«Por encima de lecturas autocomplacientes, las y los trabajadores de las UPV-EHU necesitamos soluciones reales a los problemas y situaciones de precariedad. Asimismo, la sociedad vasca necesita una universidad pública, euskaldun y dotada de recursos suficientes que responda a sus necesidades. En esa lucha está y estará LAB: denunciando, reividicando, desarrollando propuestas e iniciativa y defendiendo los derechos de trabajadores y trabajadoras», ha subrayado.