Asier Robles

Artziniega viaja al medievo

Artziniega retrocederá este sábado cinco siglos y se convertirá en una ciudad medieval con la XXII edición del Mercado de Antaño. Puestos de artesanos, exposiciones, pasacalles y un sinfín de actividades llenarán una jornada con una gran participación popular.

Prensa de manzanas en el Mercado de Antaño de Artziniega (Luis JAUREGIALTZO/FOKU)
Prensa de manzanas en el Mercado de Antaño de Artziniega (Luis JAUREGIALTZO/FOKU)

Este sábado tendrá lugar en Artziniega la XXII edición del Mercado de Antaño, un evento en el que el municipio alavés conmemora su pasado ambientando todo el pueblo, y en especial el casco viejo, como en la época medieval.

Situado al noroeste de Araba, a 27 kilómetros de Bilbo y a 55 de Gasteiz, Artziniega cuenta actualmente con algo menos de 2.000 habitantes, pero la historia de la villa tiene un pasado con mucho peso.

Según datos arqueológicos e inscripciones en latín encontradas en diferentes puntos del pueblo, Artziniega estuvo poblada mínimo desde la época romana. Sin embargo, la historia escrita de Artziniega comienza en 1272, cuando el rey de Castilla, Alfonso X El Sabio, le concede la Carta Puebla.

Durante la Edad Media, Artziniega fue un lugar importante para el comercio dada su ubicación estratégica en la ruta de la lana entre el Reino de Castilla y el golfo de Bizkaia. Mercaderes de toda la península pasaban por Artziniega en su camino hasta los puertos costeros transportando cosas tanto a la ida como a la vuelta.

El Mercado de Antaño

En el recuerdo ha quedado ya aquella época y ese tipo de comercio. No obstante, desde hace ya 21 años se celebra un mercado medieval que trae esas costumbres a nuestros días. La feria que se celebra hoy surgió en 1998, cuando para conmemorar el quinto centenario de la construcción de su santuario en honor a la virgen de la Encina se hizo un mercado en el casco histórico del municipio. El éxito de este día, tanto por la participación de los habitantes como de visitantes hicieron que el evento se repitiese año tras año.

Al principio fue la asociación etnográfica Artea la encargada de organizar la feria, y tras cambiar la responsabilidad de manos varias veces, en las últimas ediciones ha sido el propio Ayuntamiento el que se ha encargado.

Participación popular

Pero tal y como explica Unai Gotxi, concejal en el Ayuntamiento por EH Bildu que se encarga de la organización del evento, la participación popular es lo que hace «especial» esta feria. «Todo el pueblo se vuelca en la celebración de este día, asociaciones, cuadrillas y particulares se implican poniendo puestos y disfrazándose para ambientar el pueblo y enseñar al visitante distintas facetas de la época», destaca.

Ejemplo de ello son la exposición sobre los tocados que llevaban las mujeres en el medievo en todo Euskal Herria que hizo una vecina los primeros años, las exposiciones en forma de cuadra con animales de varios caseríos de la zona, las piezas que expone el museo etnográfico con el fin de enseñar antiguos oficios, o las cuadrillas que se disfrazan de peregrinos, leprosos, aguadores o caballeros.

Los artziniegatarras no son los únicos participantes, una gran cantidad de artesanos, la gran mayoría procedentes de Nafarroa, en especial de la Cooperativa Napar Bideak, se acercan al municipio alavés para vender diferentes productos como licores, chocolate, cuero... pero también los hay locales y de los pueblos de alrededor.

Desde el propio Ayuntamiento también organizan actividades para ambientar el día, como saltimbanquis, teatros o músicos callejeros.

Este año, la jornada comenzará a las 10.55 de la mañana con el tañido de cuernos de Alaña, y la posterior lectura del pregón y apertura de la puerta de la villa. A las 12.00 habrá una danza vertical en la fachada de la Torre del Señor y la Señora Ortiz de Milinillo y la Cámara, y una hora más tarde, un desfile de “las chamorras de la villa” con sus tocados. A las 14.00 se procederá al despiece del cerdo para que después de comienzo la comida popular.

Por otro lado, los «atronadores» tambores de Builaka volverán a poner patas arriba al pueblo desde primera hora de la tarde. A las 18.30 habrá danzas medievales en el Campamento de las Guerras, en Artekale Plaza, y el día finalizará a las 21.00, con un espectáculo de fuego.

La animación callejera estará presente durante todo el día con pasacalles, gigantes de fuego, cantos o música.

Las pinturas al fresco, los juegos medievales, las actividades infantiles o los magos también ambientarán las calles, y como es habitual, los artesanos y asociaciones del pueblo mantendrán sus puestos abiertos durante todo la jornada.