Por segunda vez en lo que va de campaña, un ganador de la primera tanda –de la segunda, a lo largo del verano– se llevó la bandera: Urdaibai. La bandera El corte Inglés tuvo ese cambio caprichoso del viento, coincidente con el cambio de marea, algo que facilitó una sorpresa más en la jornada en la que se coronó la trainera de Orio.

Como la clasificación liguera ya estaba decidida desde el sábado, poco importó que la bandera que cerraba la campaña volara a Bermeo. Orio, de hecho, realizó quizá su peor regata, acabando en penúltimo lugar, solo por detrás de Cabo. Y no le importó lo más mínimo a la “San Nikolas”, después de haber hecho los deberes cuando tocaba hacerlos. La tanda de honor no pudo llevarse la bandera a cuenta de cambio un de tiempo que benefició a la “Bou Bizkaia”.

Pero aquí conviene ser claro: las condiciones climatológicas y sus posibles variaciones forman parte del remo exactamente igual que la remada, la pericia de los patrones o el acierto en las ciabogas. Cuando estos cambios benefician a los miembros de la tanda de honor, no ha lugar la queja porque en buena medida es algo que se busca; es decir, beneficiar a los que se consolidan en la cima de la general de la Liga Eusko Label. Así las cosas, no tiene sentido achacar solo al cambio del tiempo el triunfo de los «txos», porque ellos hicieron una regata extraordinaria, en coherencia a la gran labor llevada a cabo el sábado en sus propias aguas. En Bermeo no pudieron ondear bandera alguna, pero su buen hacer les reservó una agradable sorpresa para Portugalete.

Sea como fuere, se vio una tanda de honor preciosa, con Zierbena y Hondarribia cerca de chocar palas en el largo final. Al final fue la “Ama Guadalupekoa” quien se llevó la tanda de honor, pero para cerrar la regata en tercer lugar, bien por detrás de Urdaibai y de Ondarroa.

Pelea entre vizcainos

Esa primera tanda resultó una bonita pelea entre Urdaibai y Ondarroa, en una regata que experimentó cierta metamorfosis del viento, lo cual provocó que las dos traineras vizcainas pudieran volar, sobre todo una “Bou Bizkaia” que firmó un registro por debajo de los 19 minutos y 10 segundos, estratosfético a todas luces, y más cuando sus rivales no consiguieron ponerse a esa altura.

Sorprendentemente, Donostiarra se vino abajo de la pelea por el triunfo mientras que, no tan sorprendentemente, Cabo volvió a desconectar, marcando registros bastante peores que los vistos en el playoff masculino de ascenso. Certificó así un fin de semana muy duro para el club galaico, algo que siempre sucede entre los botes que pierden toda la tensión después de la clasificatoria de La Concha.

Así se despedía el curso del año 2019 del banco fijo, una suerte de tarta enorme de la que casi todos –añadiendo a los vencedores de los playoffs de la Liga Euskotren y también la Liga Eusko Label– tuvieron un pedacito para probar, con el pedazo más grande para Orio y el más dulzón para Urdaibai.