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Rivera no logra seducir a Sánchez, pero Iglesias tampoco le atrae en estas horas claves

La opción de que Cs y PP den vía libre a Sánchez a Moncloa parece decaer después de que su impulsor, Albert Rivera, haya calificado de «tomadura de pelo» la respuesta del presidente en funciones. Pablo Iglesias (UP) tampoco logra arrancarle la coalición. Y el reloj va llegando a su fin.

Pablo Iglesias (UP), con Felipe VI este mediodía. (Sebastián MARISCAL | POOL EFE)
Pablo Iglesias (UP), con Felipe VI este mediodía. (Sebastián MARISCAL | POOL EFE)

Aunque a primera hora de la mañana de martes parecía que la propuesta de Albert Rivera iba a desembocar al menos en una reunión con Pedro Sánchez, finalmente el líder del PSOE se ha limitado a contestar por carta a sus tres condiciones, tras lo que el presidente de Ciudadanos ha hablado de «tomadura de pelo». Si se le suma que el PP no acaba de comprometerse a la abstención que le planteaba Ciudadanos para aupar así juntos a Sánchez y evitar elecciones, en este momento de la partida esa vía parece definitivamente quemada.

Sánchez ha contestado a Rivera, como ya avanzó la víspera, que en realidad las tres condiciones que le pone ya se cumplen. Respecto a la más peliaguda para el presidente español y más reveladora para Euskal Herria, liquidar el Gobierno navarro y obligar a María Chivite a conformar otro con Navarra Suma, el presidente español en funciones le ha dicho esto al líder de Ciudadanos: «Navarra tiene un gobierno liderado por el PSOE plenamente comprometido con la defensa de la Constitución y del régimen foral, y del que no forma parte Bildu, que sí integraba en cambio el ejecutivo regional anterior».

«No existe pacto alguno con el mencionado partido, como demuestra el hecho de que el PSOE facilitó con su abstención el desplazamiento de la capital navarra, Pamplona, de un ejecutivo presidido por Bildu y en favor de una coalició en la que estaba integrado Cs. Lo hizo el PSOE, a cambio, sin contrapartida alguna», añade Pedro Sánchez.

Tras esta respuesta, Rivera y Sánchez han hablado por teléfono, y posteriormente el presidente de Ciudadanos ha salido a la palestra para tildar de «colección de mentiras» las palabras de su interlocutor sobre los tres compromisos exigidos por Rivera (además del asalto al Gobierno navarro, no indultar a líderes catalanes y adoptar algunas políticas económicas concretas).

Unidas Podemos, también lejos

El movimiento hecho por Rivera podía tener efecto justo en el otro lado de la balanza (Iglesias ha insinuado por la mañana que en caso de acuerdo PSOE-Cs intentaría impedirlo a toda costa), pero de momento tampoco ahí se atisban cambios.

Tras reunirse ya esta mañana con el Rey (por la tarde lo harán Rivera, Casado y Sánchez, este a partir de las 18.00), el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, ha hecho un último llamamiento a su homólogo del PSOE para que acepte gobernar en coalición o al menos «compartir responsabilidades».

Con todo, los reproches de Iglesias a Sánchez han delatado que no hay acercamiento en esta recta final. Se ha quejado de que en Ferraz se haya acogido con cierto alborozo este anzuelo final de Rivera, y lo han ejemplificado en que los mismos dirigentes del PSOE que mantenían que no veían necesaria una reunión de Iglesias con Sánchez porque sería un encuentro entre «machos alfa», ahora, «cuando el macha alfa es Rivera, tienen prisa».