En nombre de Podemos, Enrique Santiago ha expresado el «hondo pesar» que le produjo una sentencia «desproporcionada», por lo que ha confiado en que el Supremo tenga suficiente «mesura y sensibilidad» para aplicar las leyes con «la debida proporcionalidad» y «corregir esta injusticia».

Ha manifestado su deseo de que los jóvenes salgan cuanto antes de la cárcel porque los años que ya llevan en ella son «suficientes» para «una pelea de bar», unos «hechos desafortunados» que «han sido juzgados y condenados de una forma muy desproporcionada».

Marta Rosique, de ERC, también ha trasladado su «plena solidaridad» con los jóvenes y ha denunciado el «claro montaje policial y ataque mediático» que ha supuesto este caso. «Esto lo encontramos día a día, con artistas que son reprimidos por la Justicia, con políticos que defienden la democracia y son perseguidos por la Justicia o con estos jóvenes que son perseguidos por una simple pelea de bar. Es una clara vulneración de nuestros derechos».

Joseba Agirretxea, del PNV, ha calificado de «injusta» esta causa y ha hecho suyas las palabras de la expresidenta navarra Uxue Barkos cuando dijo que «en base al código postal se deciden sentencias».

Miriam Nogueras, de JxCat, ha considerado injusto el encarcelamiento de los jóvenes, «otro episodio» de la Justicia española, y Oskar Matute, de EH Bildu, ha reclamado el fin de este «esperpento» y que «por una santa vez impere la cordura y estos chavales encuentren justicia».