Oihane LARRETXEA
DONOSTIA

‘A dark-dark man’, cuando la ley sin ley es la norma

El cadáver de un niño aparece en una nave abandonada con signos de violencia. Es el cuarto caso que ocurre en los últimos cuatro años, pero la Policía no tiene demasiado interés en llegar al fondo del asunto. La comisaría, que camina sobre los lodos de la corrupción y los sobornos, está ocupada en tapar bocas y acusar a falsos culpables.

La actriz Dinara Baktybayeva, junto al director Adilkhan Yerzhanov y el actor Daniyar AlshInov. (Jon URBE I FOKU).
La actriz Dinara Baktybayeva, junto al director Adilkhan Yerzhanov y el actor Daniyar AlshInov. (Jon URBE I FOKU).

En un pueblo de Kazajistán, el cadaver de un niño huérfano, con signos de una muerte violenta, no levanta demasiado interés. La Policía emplea sus esfuerzos, únicamente, en endosar la responsabilidad del crimen a un hombre que nada ha tenido que ver con los hechos a cambio de una suma de dinero ridícula y una chocolatina.

Es el cuarto caso que sucede en poco tiempo y los supuestos autores que han sido arrestados después de cada asesinato han aparecido al poco tiempo ahorcados en sus celdas. Esto es, siguen sin dar con el autor. Solo un niño habla de «un hombre de oscuro» y un «jeep», pero esto también lo llegan a tapar. Bastan unas simples amenazas para asustarlo.

Con este horrible suceso arranca el largometraje ‘A dark-dark man’, dirigido por Adilkhan Yerzhanov, aunque en realidad no sirve más que de soporte para narrar las corruptelas de un sistema policial viciado y del que es imposible fiarse. Toma las riendas de la investigación el agente Bekzat (Daniyar alshnov), aunque en realidad ya tiene recibidas las órdenes de lo que tiene que hacer. Los fajos de billetes van y vienen. Se compran silencios y complicidades, aun a sabiendas de que estos negocios no suelen acabar bien. Tampoco sale barato.

Las sospechas de que los crímenes no se están investigando como se deberían provoca la llegada de una periodista de investigación, Ariana, a la que da vida la actriz Dinara Baktybayeva. Pregunta demasiado y eso resulta peligroso, pero las «órdenes» de que ella investigue llegan del Ministerio y Bekzat no puede zafarse de ella. No al menos tan pronto como le gustaría.

Una única mujer

A la comparecencia posterior a la proyección ha acudido buena parte del equipo, tanto artístico como de producción, así como los dos actores protagonistas, el director y el coguionista. Yerzhanov ha hablado de corrupción y ha constatado que esta, en mayor o menor medida, existe en todos los países. En cualquier caso, lo que ha intentado con la película no ha sido únicamente «criticar la sociedad y la corrupción del sistema», sino hablar de la «psique del hombre».

En cuanto a los personajes, resulta llamativo que solo una mujer tenga un papel activo y que, en este caso, recae sobre la periodista. El resto son policías, matones y algún cargo público. Además, será la mujer la única de todos que busca la justicia, la verdad y pelea por limpiar el sistema. No es casual. El director ha confesado lo siguiente: «Siempre he pensado que todo lo malvado viene del hombre y toda la luz viene de la mujer».

Aunque ‘A dark-dark man’ hable en realidad de miserias que no resultan tan ajenas ni extrañas, los golpes de humor que salpican las más de dos horas de proyección roban de vez en cuando al espectador una sonrisa. Al respecto, Yerzhanov ha confesado que le resulta «difícil» vivir sin humor. «Cada película tiene que tenerlo, incluso Shakespeare llenaba sus dramas de humor e ironía», ha concluido.