Unas 70 personas se concentraron el miércoles a la tarde frente al pabellón industrial que puede acoger la polémica infraestructura que impulsa una funeraria. Durante la movilización los reunidos no cesaron de corear «Arbuio no quiere crematorio».

En la protesta participaron ediles de EH Bildu. Ningún corporativo del PNV y el del PSE, el delegado de Medio Ambente Balbino Álvarez, se sumaron a la convocatoria. Los soberanistas de izquierdas, asumiendo las reivindicaciones vecinales, se mantienen alerta ante los pasos que pueda adoptar el Gobierno municipal PNV-PSE tras la resolución judicial que le obliga a poner en marcha el expediente para la licencia de obras

La movillización se produjo tras la sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) desestimatoria con costas contra el Consistorio de Alonsotegi en el procedimiento en relación a la tramitación de licencia de obras y actividad solicitada para la instalación de un tanatorio-crematorio.

La resolución judicial fue comunicada el 11 de julio de 2019 al Ayuntamiento pero no se pudo acceder a ella hasta el 6 de setiembre después de que EH Bildu la reclamase al Gobierno municipal a través del registro. Los soberanistas exigieron entonces a los responsables municipales que acudieran al barrio para exponer las consecuencias de la sentencia, con la presencia de técnicos capaces de explicar la situación que se abría en este conflicto que ya tantos años lleva abierto.

El alcalde, Joseba Urbieta, y el abogado que defiende los intereses del Consistorio llevaron a cabo la semana pasada una reunión con el vecindario afectado. En ese encuentro, no dieron ninguna solución, al margen de la ejecución de la sentencia, lo que provocó las quejas de los residentes de Arbuio. Tan solo les dijeron que estaban pendientes de que se les comunique la ejecución firme de la resolución.

Responsabilidad del PNV

Hace unas semanas, una vez tuvieron conocimiento de la sentencia, EH Bildu dijo que se cumplían los «peores augurios» y que la instalación del crematorio en Arbuio estaba cada vez nás cerca. «La responsabilidad del PNV en todo esto es clara y manifiesta, ya que de su firma autorizando la licencia sin consultar con nadie y su posterior replanteamiento contrario, fruto de la presión popular, ha puesto en peligro la salud y el medio ambiente de los y las vecinas de Arbuio», manifestaron.

Los soberanistas de izquierdas acusan al PNV de no haber cumplido la palabra dada a los vecinos en un pleno celebrado el 29 de noviembre de 2018, «donde se comprometió a informar sobre este procedimiento y a estudiar las posibles soluciones», añadiendo que el PSE está avalando esa posición desde su responsabilidad de Medio Ambiente.