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El Bellas Artes de Bilbo exhibe juntas las 22 obras compradas en la Exposición de 1919

El Museo de Bellas Artes de Bilbo adquirió un total de 22 obras hace cien años, con motivo de la Exposición Internacional de Pintura y Escultura, obras que el público puede ver ahora en la pinacoteca.

Imagen de la presentación de ayer. (Luis JAUREGIALTZO / FOKU)
Imagen de la presentación de ayer. (Luis JAUREGIALTZO / FOKU)

El Museo de Bellas Artes de Bilbo exhibe juntas, por primera vez en su historia, las 22 obras que adquirió hace un siglo, en 1919, con motivo de la celebración en la capital vizcaina de una Exposición Internacional de Pintura y Escultura, un acontecimiento de primera magnitud en la escena artística vasca de la época.

La muestra, ubicada en la primera sala de la exposición permanente de las obras de su colección propia, presentada este miércoles a los medios por el director del centro expositivo, Miguel Zugaza, forma parte de los actos de celebración del centenario de este evento cultural que ha impulsado el Museo bilbaino.

La Exposición Internacional se celebró entre el 30 de agosto y el 15 de setiembre de 1919 y estuvo formada por 420 obras de 130 artistas, fundamentalmente vascos, catalanes y franceses, de los cuales, la Diputación adquirió 22 (12 óleos, 8 grabados y 2 esculturas), para los fondos del entonces Museo de Arte Moderno, creado 3 años antes y que, tras fusionarse con el de Bellas Artes, dio lugar al actual Museo de Bellas Artes.

Algunos de estos cuadros, como ‘Las lavanderas de Arles’, de Paul Gauguin; ‘Las mujeres de la vida’, de José Gutiérrez Solana; ‘El paria castellano’ de un entonces joven y prometedor Juan de Echevarria; ‘Desnudo bajo la parra’, del catalán Hermen Anglada Camarasa; el retrato de su esposa e hijo, de Ricard Canals o ‘La mujer sentada con un niño en brazos’ de la pintora Mary Cassat, forman parte de las obras más emblemáticas de la colección del Bellas Artes, ha destacado Zugaza.

Completan el lote de obras adquiridas en esta exposición cuadros de Domingo Carles, Paul Sérusier, Charles Cottet, Isidre Nonell, Henri Le Sidaner y otro de Juan de Echevarria; cuatro grabados de Francisco de Iturrino y otros cuatro del catalán Xabier Nogués y dos esculturas de Joan Borrel, y de Julio Antonio, poco conocidas por el público de Bilbo al no haberse mostrado mucho.

En la Exposición Internacional, celebrada en el edificio que albergó las antiguas Escuelas de la calle Berastegi, en el solar que actualmente ocupa el Palacio de Justicia de Bilbo frente a los Jardines de Albia, se mostraron obras de grandes artistas internacionales como Cezanne, Gauguin, Van Gogh, Picasso, Monet, Matisse y Pissarro, entre otros.

La presencia de obras de artistas de esta talla dan idea, a juicio de Zugaza, de la relevancia que tuvo este gran acontecimiento artístico, que fue determinante en el devenir artístico de Bilbo al fomentar el coleccionismo de arte y contribuir a la formación de los jóvenes artistas vascos de principios de siglo que pudieron contemplar el trabajo de los grandes maestros del impresionismo, el realismo, el fauvismo y el postimpresionismo francés.